Detrás de cada combate y logró de Michael Morales, peleador de la UFC, está Katty Hurtado, una madre orgullosa que no solo apoya al deportista a nivel familiar, sino también en su disciplina. Desde la niñez y debido a su carrera como judoka, ella acercó a Morales a las artes marciales y, a día de hoy, el ecuatoriano es una de las estrellas en ascenso de su organización.
Su embarazo lo tuvo en medio de su carrera, sin embargo, aquello no fue un impedimento para continuar con ella. Antes de saber la noticia, pero ya con Michael Morales en su vientre, la judoka tuvo una última pelea. Debido al nacimiento, paró por un momento, pero luego regresó a su disciplina.
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Ya con Hurtado, ella retomó sus entrenamientos y empezó a inculcarle y envolverlo en los deportes de contacto. A su vez, ella tampoco se alejó del judo puesto a que también es árbitro internacional.
Los primeros entrenamientos de Michael Morales fueron junto a su madre, sin embargo, este no se inclinó por la misma afición que su madre. A partir de los 14 años, el deportista se inició en la lucha olímpica y luego en las artes marciales mixtas que lo tiene en la UFC.
La crianza, sin embargo, no solo estuvo desde el lado deportivo, sino también en la sólida formación de principios. Con dos hijos más, Hurtado buscó siempre que las actividades sean una vía para forjar valores y mantenerlos en un camino correcto.
Cuando pasa en Ecuador, no pierde la oportunidad de visitarla y retomar sus ejercicios con ella. La cercanía entre ambos y el vínculo deportivo, inclusive, hace que Hurtado siempre esté presente para brindarle consejos de cara a sus combates y entrenos.
Katty Hurtado, siempre atenta de Michael Morales en lo anímico y táctico
Al tener rodaje dentro del judo, Katty Hurtado también aconseja a su hijo en su carrera como peleador. Después de ver los combates y su preparación, ella también le brinda su lectura crítica y lo aconseja en los aspectos que pueda mejorar.
Entre risas, la judoka relata a Diario EL COMERCIO que, inclusive, han existido entrenadores que le han dicho a Michael Morales que no haga caso a lo que le pueda mencionar su madre. Pese a ello, este siempre está presto para prestarle su oído.
“Yo siempre estuve ahí apoyándolo a veces me llegaba todo moreteado y ahí tenía ver cómo ayudaba a solucionarlo. Toda la vida ha estado ahí, incluso he estado empujándolo porque habían ocasiones en las que ya no quería seguir entrenando o se sentía derrotado, cansado, pero ahí estaba yo alentándolo a seguir”, relata Hurtado.
Michael Morales, con un ‘fuerte’ corazón para su madre y su familia
Entre risas, Hurtado cuenta que, aunque su hijo ya es un hombre grande, para ella sigue siendo un niño, quien aún necesita de su figura a nivel personal y profesional. Su madre es su confidente, si tiene que desahogarse o levantar el ánimo, a ella es a quien acude.
Desde que se inició como peleador, Morales ha buscado apoyar a su madre y a su familia en lo que pueda. En su combate de iniciación, él entrego sus ganancias a su madre, quien no contaba con un sueldo fijo en aquel momento.
“Él tenía como dos semanas de estar entrenando y lo invitaron a pelear. Me vino con 40 dólares y el ojo hinchado. Lo quería matar porque vino todo golpeado y me dice ‘mami, toma 30 dólares para la comida y 10 para comprarme un par de botas y unas vendas’. A mí eso me me hizo llorar. Yo creía que no se daba cuenta de lo que estábamos pasando, pero él siempre está pendiente de su familia de sus hermanos”, recalca.