Leonela Ayoví, de 22 años, irá por el podio en los Juegos Panamericanos. Fotos: Manuel quizhpe/ EL COMERCIO
En la colchoneta, Leonela Ayoví se diferencia de sus compañeras porque se entrena con rivales varones. La luchadora tiene temor de lesionar a otras seleccionadas del país por su explosividad y rapidez. Además, pretende ganar mayor fortalecimiento muscular.
La representante de Santo Domingo de los Tsáchilas es la última de las cinco hijas de los esposos Segundo Ayoví y María Párraga. Es la única deportista en la familia. Sus tres hermanas mayores: Edith (35 años), Mayra (32) y Nubia (30) son contadoras. Johana, de 24 años, sigue Ingeniería Civil.
En su caso, se inclinó por la carrera de Derecho. Cursa el sexto semestre y estudia a distancia en la Universidad Regional Autónoma de Los Andes (Uniandes). Lo hace bajo esa modalidad para viajar sin problemas al exterior y porque se entrena a doble jornada. Escogió Derecho porque considera que con esa profesión puede impartir justicia.
La luchadora de 22 años es parte del equipo nacional de lucha olímpica que se entrena en Cuenca para los Juegos Panamericanos que se inaugurarán el 26 de este mes en Lima Perú. Sus prácticas las realiza, por lo general, con César Carracedo o Carlos Micolta.
Jorge González, entrenador del combinado nacional, explica que lo hace porque es una luchadora fuerte, rápida y explosiva. “Tiene miedo de lesionar a sus compañeras”.
A su criterio, con sacrificio, voluntad y disciplina ha llegado a la selección. Logró el cupo para los Panamericanos tras ganar el panamericano clasificatorio en Brasil. Es la mejor del país en la categoría de 68 kilos. Él confía en que su alumna se suba al podio en Lima.
Leonela incursionó en la lucha a los 12 años siguiendo los pasos de su hermana Johana, quien se retiró por sus estudios. “De pequeña era gordita y quise bajar de peso”. Con el paso de los días y meses se fue apasionando por la lucha y ahora su sueño es llegar a los Olímpicos del 2020 en Tokio.
Por su preparación se mantiene lejos de su familia, aunque siempre está en contacto a través de las redes sociales. Antes de venir a Cuenca hizo un campamento de 21 días en Cuba, con todos los clasificados a los Panamericanos. “Es difícil estar lejos de nuestros seres queridos, pero es un privilegio representar al país”.
Ayoví, quien extraña a sus 10 sobrinos (8 niños y 2 niñas) de entre 1 y 12 años, tomó en serio la lucha después de terminar quinta en los Juegos Olímpicos de la Juventud del 2014 en China. Ahora integra el Plan de Alto Rendimiento de la Secretaría del Deporte. Recibe dos salarios básicos unificados (USD 788), que le sirven para sus estudios y para ayudar en el hogar.
La luchadora disfruta lo que hace; sin embargo, confiesa que le gustaría darse ciertos lujos de otras jóvenes, como maquillarse para verse bonita. Ella considera como su segunda familia a sus compañeras, con quienes comparte alegrías, tristezas, cumpleaños…
Origen. Nació el 7 de marzo del 1997 en Santo Domingo de los Tsáchilas. Tiene 4 hermanas.
Éxitos. Campeona panamericana cadetes y sénior. Medalla de bronce panamericana juvenil y quinta en los Juegos Olímpicos de la Juventud del 2014 en China.