Un adolescente de 13 años que vestía la camiseta de Newell’s Old Boys fue asesinado de un balazo en la calle, poco después del clásico que ese equipo perdió 2-1 ante Rosario Central, el último domingo.
Gabriel Aguirre, que murió de inmediato, fue alcanzado en el tórax por disparos lanzados desde una moto cuando volvía a su casa, en el Barrio Ludueña, en la zona oeste de Rosario, una de las ciudades más violentas de la Argentina.
El clásico, que tiene antecedentes de violencia, se jugó sin incidentes, y sólo con público local en las tribunas. Las portadas de los diarios de Buenos Aires, sin embargo, destacan hoy la pelea masiva de jugadores de Godoy Cruz y Boca Juniors tras el partido que igualaron 2-2 en Mendoza, el domingo por la noche.
Jugadores de ambos equipos se golpearon primero en la cancha y luego en instalaciones internas del estadio, fuera de las cámaras de TV, afirman los medios, que destacan la actitud del hoy DT Martín Palermo (Godoy Cruz) y del crack Juan Román Riquelme, que separaron a los más exaltados.