Twitter: @guapodelabarra
La Tricolor Sub 20 falló en su examen de jerarquía en el Mundial. Otra vez, quedó la sensación de que se pudo dar más, de que algo faltó para dar ese paso de calidad que diferencia a un equipo estelar de uno del montón. Nunca se pasa de octavos de final, como si la altura de ese escalón fuera demasiada para nuestros pequeños pies.
El problema de la definición se ha vuelto crónico, pero la evidente poca puntería en los metros finales de los delanteros quizás tapó el hecho de que el equipo también sufrió mucho en la retaguardia. No es verdad que Ecuador solo padeció arriba, pues atrás también exhibió flaquezas. Con Francia y España, Ecuador desperdició opciones pero también tuvo la fortuna –y un arquero como John Jaramillo- de salvarse de goles cantados. Claro que hubo actitud, pero con eso no alcanza para hacer historia. Otra vez, la sábana nos destapó los pies cuando cubrió la cabeza.
Ecuador tuvo un rendimiento mediocre, con una sola victoria en cuatro cotejos, y logró apenas 4 puntos de 12 disputados. Hizo cuatro goles y recibió también cuatro. Muy poco para un equipo que realizó un proceso largo y costoso.
No obstante, lo peor fue, como es habitual, la enternecedora queja del entrenador, que le echó la culpa de la eliminación al juez y no a sus errores en la conducción de los cotejos. Otra vez, Sixto Vizuete mostró la hilacha tercermundista al decir cosas como que es un hombre honesto que es víctima de una especie de conspiración en beneficio de los ‘grandes’, y exageró al decir que el árbitro arruinó cuatro años de trabajo. Quizás hubiera sido mejor ensayar la trampa del off-side en esos cuatro años, cuya aplicación siempre genera riesgos: los franceses solo aprovecharon la ventaja de una zaga lenta. También hubiera sido saludable tener más variantes tácticas y utilizar a jugadores en los puestos habituales en sus clubes. Asimismo, llamó la atención que Vizuete ante Francia solo aplicara un cambio, porque “estaba esperando los alargues”. Después del gol de Francia, Ecuador no pudo llegar al arco rival con claridad gracias a que metió un marcador. Eso fue todo.
En todo caso, el Mundial dejó un puñado de interesantes jugadores que servirán para el recambio que tanto se pide en la Tricolor adulta. Se verá si el destino de estos seleccionados es triunfar en los clubes, algo que no logró la gran mayoría de los tricolores Sub 20 del Mundial del 2001. Ojalá que esta generación tenga mejor suerte.