Una final cargada de polémica. Los jugadores de Tigre de Argentina se negaron a salir a jugar el segundo tiempo del cotejo por la final de la Copa Sudamericana y Sao Paulo, que tenía una ventaja de 2-0 en la primera etapa, se coronó campeón del torneo por decisión arbitral.
Enrique Osses, el árbitro del cotejo, hizo la señal convencional de que el partido se terminó sin jugar el segundo tiempo ante la negativa de Tigre. Voceros del plantel argentino informaron que el plantel se negó a salir por falta de garantías.
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Incluso, uno de los dirigentes informó que hubo incidentes. Néstor Gorosito, entrenador del equipo argentino, se quejó del maltrato recibido durante toda su estadía y que al ingreso al camerino, al final del primer tiempo, hubo peleas entre los jugadores y personas de seguridad del estadio Morumbí.
El equipo de Sao Paulo recibió el título de campeón en medio de la polémica.