El reguardo militar en el estadio George Capwell solo duró hasta el mediodía de ayer. La orden de embargo por un juicio de coactiva que lleva el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) contra del club Emelec se levantó.
En la mañana, seis militares vigilaron la tribuna de la calle San Martín, la zona de general junto a la avenida Quito y la cancha. Esas áreas fueron embargadas por una deuda que tiene el club con el Issfa por el alquiler del complejo Los Samanes, donde se entrena.
Afuera del estadio el movimiento de hinchas azules comenzó desde temprano. Muchos buscaron entradas para el clásico de mañana. Los eléctricos recibirán en su casa a Barcelona, por la quinta fecha del torneo local.
Para evitar conflictos con las barras, Edwin Núñez, funcionario del Issfa, indicó que recibieron la orden de retirarse del estadio. Pero el juicio de coactiva continuará. El pasado 4 de agosto, el Juzgado de Coactivas del Issfa dispuso “poner las respectivas seguridades sobre todos los inmuebles embargados del club deudor”.
En la notificación se exige a la dirigencia azul que deposite en una cuenta del Issfa los fondos recaudados en los partidos de la tribuna embargada. Y determinar el costo de arriendo de la cancha, para que el club pague por su uso. El monto de la deuda, según el Issfa, sería USD 720 000.
El predio Los Samanes perteneció a Filanbanco S.A. Tras su cierre fue incautado por la entonces Agencia de Garantía de Depósitos, que lo entregó al club Emelec para que lo administrara. En el 2006, el predio pasó al Issfa como forma de pago por los fondos retenidos por Filanbanco. Desde entonces, la entidad militar alquiló el sitio al equipo eléctrico.
Edmundo Bejar, directivo azul, admite la deuda, pero rechaza el embargo al Capwell. “Violentaron la seguridad, rompieron candados y se tomaron el estadio, como un asalto. Y nos pidieron USD 30 000 para usar la cancha en el clásico. Han sido juez y parte. El club acudirá a un Juez de Inquilinato para tratar el tema”, dijo.