El preparador físico Sergio Chiarelli, Carlos Biasutto (DT) y Gustavo Alfaro entonces como ayudante de campo, en Atlético de Rafaela en 1993. (Foto: PaloyGol).
El entrenador de la selección ecuatoriana de fútbol, Gustavo Alfaro, cuenta con un cuerpo técnico que es de absoluta confianza. Con el asistente Carlos González trabaja desde hace 20 años y con el preparador físico Sergio Chiarelli desde 1993 en el inicio de su carrera como DT.
Carlos Alcídes González nació el 11 de noviembre de 1963 en Entre Ríos, Argentina. Jugaba como mediocampista y su último club fue Atlético Rafaela, donde conoció al DT Gustavo Alfaro. Desde hace 20 años trabajan juntos.
“Gustavo es muy pensante, tiene alma de docente, en cambio yo tengo la sangre más caliente. Yo siempre digo que el jugador si lo sabe entender se puede lograr grandes cosas, porque tiene conceptos claros y precisos”, dijo González a la prensa argentina antes de llegar a Ecuador. En la Tricolor es el primer asistente técnico.
Claudio Cristofanelli nació el 13 de septiembre de 1963 en Rosario, Argentina. Del 2017 al 2017 estuvo en Arsenal y fue asistente técnico de Gustavo Alfaro (169 partidos), Martín Palermo (44), Sergio Rondina (26), Ricardo Caruso Lombardi (20), Humberto Grondona (18) y Lucas Bernardi (4). Pasó a Huracán donde trabajó entre el 2017 y este año. Allí acompañó a los entrenadores Gustavo Alfaro (42), Antonio Mohamed (18), Néstor Apuzzo (10), Israel Damonte (10) y Juan Pablo Vojvoda (9). Es el segundo asistente técnico de Alfaro en la Selección.
La Tricolor cuenta con dos preparadores físicos: Sergio Chiarelli quien conoció a Alfaro en 1993 en el Atlético Rafaela; y Pedro Arbelaiz, quien formó parte del cuerpo técnico de Gustavo Alfaro en Boca Juniors hasta diciembre del 2019.
También está el videoanalista Alejandro Manograsso, que antes estuvo en clubes de Argentina como Racing (con el DT Diego Cocca), Arsenal (Gustavo Alfaro) y la selección Argentina Sub20 (Sergio Bastista).
Gustavo Alfaro jugó al fútbol entre 1988 y 1992. Atlético de Rafaela fue su primer equipo como entrenador. Luego dirigió luego a Patronato, Quilmes, Belgrano, Olimpo, San Lorenzo, Arsenal, Rosario Central,Tigre, Gimnasia, Huracán y Boca Junios.
Con Arsenal de Sarandí conquistó el Torneo Clausura 2012, la Copa Argentina y la Supercopa Argentina. Con Huracán se clasificó para la Copa Libertadores de 2019, antes de renunciar para tomar a Boca Juniors. En el exterior dirigió el Al-Alhi de Arabia Saudita en el 2009.
El fútbol lo alejó de la universidad. Le faltaron solo 12 materias para obtener el título en Ingeniería Química.
Su madre trabajó como maestra rural y su padre en los talleres de los Ferrocarriles Argentinos. De ellos, Gustavo Alfaro aprendió el rigor del trabajo diario.
“Mis padres siempre me decían que, todo plato de comida que se regala, alguien lo paga”, contó el argentino en una entrevista en Argentina, el país en el que nació hace 58 años.
Su progenitor, Julio Pascual, también se involucró en la dirigencia de los Ferrocarriles y llegó a ganar una elección. Los opositores, vinculados con el peronismo, hicieron que lo apresaran y desfilar en la plaza pública, en los sesenta. Es un relato que aún recuerda de ellos.
Esas enseñanzas y los recuerdos de sus padres marcaron su formación, su dedicación al trabajo, su anhelo por superarse, que lo llevó a cultivarse intelectualmente (lee a Borges, Sábato y, en sus entrevistas, es capaz de citar a Albert Einstein, el ‘Che Guevara’ y Fito Paez). Solía ir con su esposa al Teatro Colón de Buenos Aires y es padre de dos hijas.