El entrenador del equipo argentino Tigre, Néstor Gorosito, justificó hoy la decisión de abandonar la finalísima de la Copa Sudamericana afirmando que sus jugadores fueron agredidos por la policía brasileña, que habría invadido los vestuarios durante el descanso.
“Liberaron el acceso de la policía a los vestuarios. Los agentes nos mostraron los revólveres, son cagones, porque no nos enfrentan hombre a hombre”, afirmó el entrenador, quien aseguró que no había “garantías” para que su equipo aceptara disputar el segundo tiempo de la final contra el Sao Paulo, que se coronó campeón del torneo gracias a la victoria parcial por 2-0 lograda en la etapa inicial.
Según Gorosito, además de la intervención policial su equipo también sufrió la violencia de los guardaespaldas del Sao Paulo, “que son grandes, enormes, y sacaron sus armas”. “Este es el resultado de todo lo que ha pasado: (Martín) Galmarini tiene el brazo lastimado, (Lucas) Orbán recibió una patada en la espalda. ¿Cómo quieren que juguemos así? Es lamentable”, agregó.