Arturo Ilguan estuvo en la Serie A, Serie B y segunda categoría al servicio de la U. Católica. Foto: Santiago Ponce/ EL COMERCIO
Arturo Ilguan ingresó al equipo de Universidad Católica en 1980. Ese año, el club quiteño disputó la Copa Libertadores ante Emelec y los equipos colombianos de América de Cali e Independiente Santa Fe de Bogotá. 35 años después, el utilero del ‘Trencito Azul’ tomó la decisión de jubilarse.
Ilguan no dudó en confesar que es hincha de Liga de Quito pero quisiera que el conjunto ‘camaratta’ consiga el Campeonato Nacional, este año, de la mano de Jorge Célico. “Aquí es donde viví casi toda mi vida con penas y glorias”.
Cuando cumplió 30 años de edad, Ilguan decidió abandonar su trabajo, en una empresa maderera, y buscar otro con mejores ingresos. “Pedí un aumento de sueldo y no me quisieron dar”, recordó. Una carta de referencia de Marco Peralvo, directivo de Universidad Católica en ese entonces, le permitió ingresar a trabajar como utilero de las divisiones menores.
Él recuerda que llegó a la ‘Chatoleí’ para retirar ese documento y se quedó trabajando, bajo la dirección de Carlos Gutiérrez, quien después se lo llevó cuando comenzó a dirigir el equipo profesional.
“Nuestro trabajo es invisible, los de afuera no nos miran pero nuestra tarea es exigente, debemos estar dos horas antes que empiecen los entrenamientos y dos horas después de que se retiren. Para los partidos tenemos que tener todo listo un día antes del partido o del viaje donde toque jugar”, indicó Ilguan.
El entrenador que más recuerda es Juan Ramón Silva con quién compartió en más de una ocasión tanto como técnico y como jugador. Además no le disgusta la idea de que coloquen una placa de reconocimiento, siempre y cuando aparezca junto a la de Jorge Célico, bromeó.
El argentino es otro técnico a quién admira porque ascendió al plantel a la Serie A y lo ubicó nuevamente en un torneo internacional.
‘Arturito‘ recuerda los cinco años que pasó en la segunda categoría con el equipo del ‘Trencito Azul‘. “Llegar a segunda categoría es muy difícil, en todo aspecto, no es el mismo trato que se tiene uno en primera, no hubo el apoyo suficiente”, agregó.
Para el partido frente a Liga de Quito, en el estadio Olímpico Atahualpa, por la penúltima fecha del Campeonato Nacional, Antonio Ilguan tendrá su corazón dividido. Los camarattas aspirar a llegar a la final dependiendo de los resultados de Emelec.
Una vez fuera de la actividad manifestó que dedicará su tiempo a la familia “Son 35 años que uno ha pasado lejos de la familia, en el fútbol se trabaja de lunes a domingo”. Afirmó que volverá “de vez en cuando” a los estadios como hincha para apoyar a Liga y a Universidad Católica.