Blazer, el informante del 'FIFAgate' podría pasar 20 años en prisión

El exsecretario general de CONCACAF y antiguo representante de Estados Unidos en el comité ejecutivo de la FIFA, Chuck Blazer

Exsecretario general de la Confederación de América del Norte, América Central y el Caribe de Fútbol (Concacaf) entre 1990 y 2011, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA entre 1997 y 2013, Chuck Blazer jugaba a lo grande: podría ser condenado a 20 años de cárcel por asociación para delinquir, fraude, lavado de dinero y evasión de impuestos.
Liberado tras pagar una fianza de USD 1,9 millones y gravemente enfermo (cáncer de colon, diabetes, problemas cardiovasculares) , el extravagante y caprichoso exhombre fuerte del fútbol norte y centroamericano ha perdido su brillo.
Sin jamás haber pateado una pelota ni haber tenido grandes estudios, se convirtió en el gran financista del fútbol gracias a su don de gentes y a su sentido de los negocios.
Amplió luego su influencia a todo el continente americano y a todo el mundo del fútbol gracias a su alianza con Jack Warner.
El expresidente de la Concacaf y vicepresidente de la FIFA es otro personaje central de este folletín que ha llevado a Joseph Blatter, apenas reelegido para un quinto mandato, a renunciar como presidente de la FIFA.
Gatos en apartamento de lujo
La justicia estadounidense sospecha que Warner, entre otros, ha recibido USD 10 millones para votar por la candidatura de Sudáfrica para organizar el Mundial de 2010.
Había prometido un millón de dólares a Blazer, quien “apenas” recibió USD 750 000.
En los mejores momentos de su “ imperio”, Blazer se desplazaba por el mundo en jet privado, recorría las calles de Nueva York en un impresionante Hummer pagado por la Concacaf y alquilaba dos gigantescos departamentos, uno de elloS para... sus gatos, su gran pasión.
De acuerdo con el sitio web BuzzFeed News, con sus actividades lícitas e ilícitas en el fútbol habría amasado una fortuna de USD 21 millones.
En el mundo del balompié, ha tenido varias vidas: en la NASL, la liga estadounidense que conoció su era de gloria en los años 1970 con el New York Cosmos de Pelé y Franz Beckenbauer; los Miami Sharks, equipo desmantelado tras cuatro años de existencia; en la Federación estadounidense, luego en la Concacaf, donde creó la Gold Cup y la Liga de Campeones; y por último en la FIFA, donde fungió como presidente de la comisión de marketing y TV.
En ese periplo se fue enriqueciendo cada vez más, antes de decidir finalmente dar la espalda a sus examigos y socios, acorralados por el FBI y la justicia estadounidense.