Fernando Giménez selló ayer su consagración en el Club Sport Emelec. El paraguayo marcó el único gol del compromiso que le sirvió a los azules para vencer al Manta en el estadio George Capwell.
Giménez se encuentra con racha goleadora pese a no ser delantero y gracias a la nueva posición en la cancha (volante por el centro). Ante el Imbabura marcó tres tantos, cosa que no lograba desde hace tres años.
Pero conscientes de la falta de jerarquía ofensiva, el estratega Juan Ramón Carrasco anunció ayer la contratación del centro delantero José María Franco. Él llega de River Plate de Uruguay por recomendación del adiestrador de los millonarios.
El planteamiento de los azules ayer fue claro. Pobló el medio campo y bloqueó al jugador más hábil del equipo manabita: el mediocampista Efrén Mera.
El ‘Cachorro’, como se conoce al volante de creación, había sido la figura de su equipo en el partido contra el Olmedo. Eso lo estudió bien el técnico azul según lo reconoció durante la semana de entrenamientos.
Los eléctricos tomaron la iniciativa desde el inicio del compromiso. Pero le faltó precisión en el área manabita y poder ofensivo. Esto pese a que Carrasco colocó a tres jugadores en la ofensiva: Roberto Mina como piloto de ataque y Walter Iza y Dennis Hurtado como medias puntas por izquierda y derecha, en ese orden.
Hurtado fue determinante en el triunfo eléctrico. Ganó la línea de fondo constantemente y superó la marca de Julio Ayoví. Esto generó que Carlos Pico, técnico del Manta, llamara constantemente la atención al defensor.
Édison Méndez fue fundamental en el medio campo de Emelec. Su despliegue fue tal que no solo asistió a sus compañeros, sino también contribuyó en la marca y en la recuperación del balón.
El Manta fijó sus esperanzas en sus dos delanteros, los argentinos Alexis Olivera, que marcó dos goles ante Olmedo, y Luis Miguel Escalada. Pero ninguno de los dos fue gravitante en el área rival.
Pico cuestionó constantemente la desconexión que existió entre sus volantes y sus delanteros. “Busquen más a Escalada y Olivera”, repetía con frecuencia a sus mediocampistas.
Ellos siguieron las indicaciones y empezaron a generar más jugadas de riesgo en el arco defendido por Wilmer Zumba.
Para contrarrestar aquello, Carrasco dispuso el ingreso de Pedro Quiñónez para reforzar la marca en la mitad de la cancha. El esmeraldeño volvió a jugar luego de cumplir dos fechas de suspensión por una expulsión.