El ‘síndrome de los últimos minutos’ continúa ocasionando estragos a las selecciones de fútbol de Ecuador. En un descafeinado encuentro con Australia, a priori el rival más accesible del Grupo C de la Copa Mundial Sub 20 que se disputa en las cafeteras ciudades de Manizales y Pereira, la Tricolor permitió un empate, cuando tenía todo (o casi todo) para estrenarse con una victoria.
En la fría tarde y noche manizaleña, el ‘síndrome’ que apartó a la Tri mayor del Mundial de Sudáfrica 2010, fue uno de los mejores aliados del combinado australiano. Este, en el minuto 88, sacó petróleo de una jugada sin historia y de un tiro libre obtuvo el 1-1 final.
El encuentro disputado en el bien cuidado gramado del estadio Palogrande empezó como terminó: con un susto para el combinado ecuatoriano, que acudió al duelo con su uniforme alterno.
El sofocón inicial, a los 55 segundos, estuvo a cargo del delantero australiano Kofi Danning, que envió su disparo lejos cuando se hallaba a pocos metros de la puerta del golero John Jaramillo.
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Y el final desembocó en la paridad en el marcador para el cuadro entrenado por el holandés Jan Versleijen, quien exultante reconoció después del encuentro que estaba “muy contento con el resultado y satisfecho por la obtención de un punto”. El premio mayor del empate cayó del lado australiano de un disparo libre indirecto lanzado por Thomas Oar, jugador del holandés Ultrecht, que se coló en el arco tricolor.
Una desconcentración que equivale a la pérdida de dos puntos que tenía en el bolsillo el equipo esta vez fue dirigido por Julio César Rosero, a causa de la suspensión que arrastraba desde el Sudamericano del Perú, el DT titular Sixto Vizuete.
Desconcentración y ‘síndrome’ aparte, a la Tri juvenil le costó trabajo hallar el control del juego en la primera fase de la etapa inicial. Recién a los 19 minutos se aproximó con peligro a la portería del rival. Un trallazo del zurdo Marcos Caicedo fue bloqueado por el guardavallas Birighitti, del
Adelaida United y de lejos el mejor del equipo que juega al pelotazo.
Precisamente, el cambio posicional y la aparición por el flanco derecho de Caicedo marcaron el inicio del mejor tramo del partido para el conjunto nacional. Cinco minutos más tarde, una maniobra del delantero del Emelec culminó en un disparo que Birighitti controló a medias y dejó servido el balón para que José Govea, el 10 de la Tri, inflara la red contraria.
El gol pareció dar más alas al conjunto ecuatoriano, que en varios pasajes del cotejo dispuso del control del balón y de las herramientas y oportunidades para concretar un segundo tanto, que nunca llegó, a pesar de que la buscó. La más clara la tuvo, a los 52 minutos, Marlon de Jesús, un delantero que extiende su divorcio con la red en partidos oficiales.
Con la salida de Caicedo, decidida por cansancio del jugador, según lo dijo Rosero después del partido, Ecuador perdió una de las salidas por los costados y pareció conformarse con el marcador.
Hasta que llegó el ‘baldazo’ de agua fría de Oar, que perforó la valla ecuatoriana con un tiro libre, que a esa altura era la única arma que tenía el cuadro de Versleijen para nivelar el marcador y que el rival se la concedió, en una mezcla de descuido y desconcentración. Y del ya famoso ‘síndrome’.
El empate obliga al equipo de Vizuete a buscar un resultado positivo contra España, el 3 de agosto en el mismo escenario de anoche. La selección ibérica ya exhibió sus credenciales de candidata al título con la goleada que le propinó a la entusiasta Costa Rica.
Al final, Rosero resumió bien la desazón que causó la igualdad. “Las cosas no salieron”.
Las alineaciones
Ecuador: John Jaramillo; Mario Pineida, John Narváez, Dennis Quiñónez y Éder Fuertes; Christian Oña, Fernando Gaibor, Juan Govea y Marcos Caicedo; Marlon de Jesús y Edson Montaño.
Australia: M. Birighitti; Rhyan Grant, T. Sainbury, M. Warren y D. McGowan; B. Katantarovski, D. Petratos, M. Amini; Kofi Danning, Kerem Bulut y Thomas Oar.