El DT Christian Gómez en un entrenamiento de la Reserva de Liga de Quito, el año pasado en Pomasqui. Archivo / EL COMERCIO
Después de 17 años se volvieron a encontrar el profesor y el alumno. Así resume Christian Gómez, entrenador de 44 años, su relación con el estratega Jorge Célico, de la Sub 20.
La primera vez que ambos se conocieron fue en el 2003, cuando el ‘Camello’ Gómez llegó como refuerzo extranjero a la Universidad Católica. El jugador llegó al país en el 2000.
Ahora, desde el mes pasado, Gómez y Célico son integrantes del cuerpo técnico de la Selección Sub 20 de Ecuador. “Estaba dirigiendo en la Reserva de Liga de Quito y recibí el llamado de Jorge. Es un bonito desafío, porque es un técnico que ha triunfado y sabe cómo llegar al jugador”, manifestó Gómez, quien estudió y obtuvo su título de DT en el 2002.
Gómez se sentó a organizar la planificación con Célico. Dirigir en la Reserva le permitió tener una visión clara de los talentos que hay en la Sub 18 y en la Reserva de la Serie A.
Levantaron una base de datos de los potenciales convocados a microciclos, pero su trabajo se detuvo por la pandemia del coronavirus.
Ahora, en el cumplimiento de la cuarentena, Gómez está dedicado a revisar los pocos videos que hay en Internet de los talentos que pudieran ser convocados a la Tri Sub 20.
“Jorge tiene una habilidad para llegar a los chicos. Tiene un discurso que logra encontrar la parte más emotiva de cada uno. Su estilo de juego es muy llamativo”, elogió el exjugador que fue campeón con el Olmedo de Riobamba, en su primer año en el país.
La andanza del argentino, nacionalizado ecuatoriano, como entrenador empezó en el 2013. Cuando jugaba en el Macará de Ambato, a sus 37 años, decidió retirarse de las canchas y cambió su indumentaria para convertirse en asistente técnico de Fabián Bustos. Su amistad con el DT fue clave para que Gómez empezara su carrera como estratega.
En Macará se probó como estratega principal después de la salida del paso de Bustos y del colombiano Armando Osma. Dirigió durante siete fechas a los celestes, pero no alcanzó a lograr el ascenso. Miller Salazar, presidente de Macará, pondera la personalidad de Gómez y el empeño para trabajar en la cancha.
“Christian siempre demostró ser un profesional en la cancha y eso se reflejó en cada entrenamiento. Tiene una pasión y una paciencia para trabajar con los jóvenes. Eso nos demostró en los años que trabajó aquí”, resaltó Salazar.
Bustos ha sido el técnico más influyente en la carrera de Gómez. Su relación de amistad en Ambato fue clave para que en el 2016 llegaran los dos a dirigir al Delfín. Fueron tres años trabajando como asistente técnico hasta que se abrió la puerta para que empezara su propia carrera como técnico.
Llegó a las inferiores de Liga de Quito y con el equipo de la Reserva llegó hasta las finales del torneo el año pasado. Sin embargo, no pudo lograr el título. Santiago Jácome, gerente de LDU, cuenta que Gómez tiene una particularidad: se sienta a conversar con los futbolistas muchas horas y así establece una amistad.
Gómez aún conserva en un rincón especial sus imágenes con la Selección ecuatoriana. En el 2004 logró la nacionalidad y pudo defender la camiseta de la Selección en un partido ante Argentina en el 2005.
Con su cédula de ecuatoriano ahora vuelve a estar en la Tricolor. Sueña con destacarse con uno de sus maestros.