La final del Mundial Sub 20 de Colombia entre Brasil y Portugal no pudo ser más emotiva: hubo buen fútbol, goles, un estadio lleno, drama en el tiempo suplementario…
Tuvo todos los ingredientes para que se convirtiera en una de las mejores finales en la historia de este certamen juvenil. El título quedó en poder de Brasil, que alcanzó el pentacampeonato, igual que en la categoría de mayores.
Durante el tiempo ordinario, Brasil y Portugal igualaron 2-2, en el cotejo que se disputó en el estadio El Campín, de Bogotá (2 640 metros de altitud).
El cuadro auriverde abrió el marcador a los cinco minutos por intermedio de Óscar, quien luego, a los 78’, lograría la paridad cuando su equipo estuvo abajo. Para Portugal anotaron Álex, a los 9’, y Nelson Oliveira, a los 59’.
Fue un duelo de intensas emociones. El público colombiano se contagió en las gradas de la energía que derrocharon en la cancha los jugadores. Bajo una fría noche en la capital colombiana, los aficionados realizaron la ola y alentaron a sus equipos favoritos con pitos, banderas, rostros pintados…
En el gramado, los arqueros Gabriel, de Brasil, y Mika, de Portugal, se convirtieron en figuras en determinados momentos, atajando pelotas de gol. Mientras que los delanteros de ambos combinados buscaron desesperados el arco. Es decir, fue un partido de ida y vuelta. Era evidente que en la mente de los futbolistas estuvo evitar el tiempo de prórroga.
Este ritmo continuó en el primer tiempo extra. Auriverdes y lusos explotaron la velocidad de sus delanteros para procurar llevarse la victoria. Sin embargo, los goleros fueron las grandes figuras al exhibir seguridad en cada intervención que tuvieron.
Igualmente, en los últimos 15 minutos, Brasil tuvo un ligero mayor dominio de balón, pero en el contragolpe Portugal estuvo a punto de causar estragos. Careció de precisión.
El climax futbolístico de la noche llegó con el golazo de Óscar, otra vez (110’). El volante vio un poco salido a Mika, que fue el mejor golero, pues recibió goles solo en esta final. El balón se coló por una esquina y Brasil celebra un nuevo título juvenil.