Los estadios se convertirán en elefantes blancos

Suiza vs. Ecuador en el estadio Nacional de Brasilia en partido válido por el Grupo E del Mundial de Brasil. EFE


Geraldo, un guía turístico brasileño, frunce el ceño cuando le preguntan sobre el futuro del estadio Nacional de Brasilia.
“¡El estadio será un elefante blanco después de la Copa!”, afirma con convicción durante un ‘city tour’ nocturno del miércoles por la ciudad, la capital del país que acoge la cita mundialista más cara de la historia.
El torneo se inició con un presupuesto de USD 14 000 millones, pero ayer, martes 17 de junio Folha de Sao Paulo informó que el Gobierno invertirá USD 3,5 millones más.
La cifra incluye montos por obras en la infraestructura del transporte, aeropuertos, estadios... Por ejemplo, el Nacional de Brasilia se construyó con USD 900 millones y es el escenario más caro de la Copa del Mundo.
En esta cancha Ecuador jugó ante Suiza en su estreno en Brasil. “¿Quién va a jugar en ese estadio?, pregunta nuevamente indignado Geraldo.
Él mira constantemente las noticias de la televisión. Ahí, conoció que con el dinero invertido en la construcción del escenario se habrían remodelado 15 hospitales.
La salud y la inseguridad son los principales problemas de la nación que acoge el Mundial, según los especialistas.
Geraldo se molesta porque en Brasilia no hay fútbol de Primera Categoría. El escenario de la capital brasileña albergó a 68 351 personas (boletos pagados, según la FIFA) en el cotejo entre Ecuador y Suiza, el 15 de junio.
Este es uno de los siete encuentros que acoge el certamen más importante del balompié. El dilema es qué ocurrirá después con el estadio al que solo llegaron 40 000 personas para ver un torneo interestatal (tiene capacidad para 72 000).
Esto porque las entradas costaron 0,44 centavos de dólar.
Algo parecido ocurre con el Arena Amazonia de Manaos, reconstruido con USD 240 millones para apenas cuatro encuentros de la primera ronda.
En Manaos, ciudad ubicada en medio de la selva, hay cinco equipos y ninguno juega en Primera División. En Cuiabá el panorama no es diferente.
El equipo con más ‘torcedores’ de la localidad es el Luverdense y lleva a 1 501 espectadores por juego. La prensa reporta que solo 5 000 personas fueron a ver el último clásico disputado entre Mixto y Operário.
El país anfitrión de la Copa se empeñó en alistar 12 estadios para el torneo, aunque la sugerencia de la FIFA era que solo ponga a ocho.
La organización local no aceptó y, hasta estos días, algunos escenarios aún no están del todo listos. Esto ocurre, por ejemplo, con el Arena da Baixada de Curitiba, escenario del partido del viernes entre Ecuador y Honduras por el Grupo E del Mundial.
Los reportes desde esta ciudad indican que la sala de prensa no se completó y, en su lugar, se utilizará una tienda de lona. Este es uno de los estadios que –además- no dispone de ‘wifi’ por el momento.
La construcción de los escenarios se proyectó con un monto de USD 1 110 millones, pero la cifra se triplicó a USD 3 712 millones, según los informes de la prensa local.
La paradoja es que no se sabe qué ocurrirá con estos estadios tras la cita mundialista. Algo similar ya sucedió hace cuatro años en Sudáfrica, donde la mayoría de escenarios construidos para la cita del 2010 no está siendo utilizada.