Juan Manuel Tévez es uno de los líderes de la plantilla de jugadores del Macará. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Antes de dedicarse al fútbol por completo, Juan Manuel Tévez ocupaba una parte de su tiempo para trabajar y la otra para entrenarse.
En el día era oficial electricista y también laboraba en una de las fábricas metalúrgicas de Puerto Madryn, en Argentina.
En la factoría se encargaba de dar forma a los tubos para elaborar sillones, camas, catres y otros implementos para la playa, los cruceros y los buques. Incluso, se inscribió en un curso para perito clasificador de cereales. Allí aprendería a diferenciar las distintas variedades de trigo, maíz, lino, colza, cártamo, entre otros. El nuevo oficio le iba a ayudar a mejorar sus ingresos económicos y ayudar a su familia.
“En mi casa no había dinero para seguir estudiando. Si quería salir con mis amigos u obtener alguna cosa tenía que trabajar y buscar las formas de obtener dinero”.
Tévez no se equivocó en apostarle al fútbol cuando tenía 20 años. El goleador del Macará decidió abandonar a su familia, amigos y compañeros para seguir su sueño.
El ariete viajó en un bus interprovincial durante 24 horas para enrolarse al club Guillermo Brown que jugaba la tercera categoría del fútbol argentino. Con el equipo de la provincia de Chubut salió campeón y ascendió a la Nacional B.
“Uno se traza el camino que quiere seguir. Hay que ser perseverante en el sueño que deseas alcanzar”, asegura.
Las buenas actuaciones del ‘Búfalo’, como lo apodan, en la delantera o como volante ofensivo eran el asombro de otros futbolistas. El ariete no era parte de un proceso en divisiones inferiores como el resto de jugadores de los clubes de Argentina.
El delantero, de 31 años, arribaba de un pequeño pueblo de provincia, pero con un alto rendimiento en el equipo profesional. Su desempeño y las recomendaciones de sus estrategas le permitieron ser contratado por Talleres de Córdoba. Con este equipo logró ser parte de las plantillas que enfrentaron a River Plate, Independiente, Boca y otros.
La oportunidad de salir a jugar en Chile le obligó a comprar su propio pase en 300 000 pesos argentinos (USD 819 830 al cambio actual). Para cancelar la alta suma de dinero que le solicitaban los dirigentes de Guillermo Brown tuvo que retirar sus ahorros e, incluso, solicitar prestado a su novia.
“Llegó un momento en el que debía elegir si gastarme la plata en el pase o dejar de jugar y dar el dinero para otra cosa. Decidí comprar mi pase y no me arrepiento de la inversión”.
Con esa ventaja el gaucho logró concretar su vinculación a los equipos chilenos Unión La Calera y Coquimbo Unido. Al finalizar su contrato en Coquimbo el empresario argentino Marcelo Arias le acercó la propuesta del equipo de Tungurahua. El representante de Maximiliano Barreiro logró que Tévez llegara al equipo ‘celeste’ en el 2017, con un contrato por dos años.
Miller Salazar, presidente de Macará, aspira a que el artillero continúe la próxima temporada. El dirigente se ha reunido varias ocasiones con Tévez sin lograr finiquitar su futuro.
Macará sumó un valioso punto en Casa Blanca
Aficionados de Liga de Quito exhiben una pancarta en alusión a la familia Paz en los graderíos del estadio Rodrigo Paz Delgado durante el partido entre Liga de Quito y Macará, en el partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Partido de la fecha 13 de la segunda etapa del campeonato nacional entre Liga de Quito y Macará, el domingo 7 de octubre de 2018 en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
“Vamos a esperar y ser pacientes. Necesitamos que esté concentrado y de lo mejor en cada uno de los partidos que se vienen”, aseguró Salazar.
El ‘Búfalo’ es hasta el momento el quinto goleador del campeonato con 14 goles. Su efectividad se refleja al momento de patear penales o cabecear dentro del área. También es uno de los mimados de la afición ambateña y uno de los líderes dentro del equipo, según sus compañeros.
Se suele observar que es el foco de atención en los centros comerciales o cafeterías de Ambato. Suelen solicitarle fotografías y autógrafos en papeles y en camisetas. El gaucho accede a la petición de los aficionados que le retribuyen con frases como “adelante goleador”, “suerte Tévez” y otras.
El goleador lidera este viernes, a las 20:00 ante Delfín SC, el ataque de Macará, en el Bellavista. Su potencia para arrasar la defensa visitante o que le marquen para que otro compañero esté descubierto son las armas que utilizará el DT Paúl Vélez.