Guinea Ecuatorial, el polémico anfitrión de la Copa Africana de Naciones

Una panorámica del estadio de Bata en Guinea ECuatorial. Foto: AFP

Una panorámica del estadio de Bata en Guinea ECuatorial. Foto: AFP

Una panorámica del estadio de Bata en Guinea ECuatorial. Foto: AFP

A dos meses del evento, para aceptar organizar una competición así, hay que ser un africano de verdad”, bromeó el presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Issa Hayatou, cuando Guinea Ecuatorial aceptó ser sede de la Copa de África de Naciones (CAN) del 17 enero al 8 febrero de 2015, tras la retirada de la sede a Marruecos.

Guinea Ecuatorial, país acusado habitualmente de déficit democrático, busca el reconocimiento internacional que durante mucho tiempo se le ha negado.

El presidente Teodoro Obiang apostó por el reto de ser la solución de emergencia para salvar la CAN-2015, apenas tres años después de la edición del torneo que su país acogió de manera conjunta con Gabón, en 2012. El evento estaba en peligro después de que Marruecos, por temor a la epidemia de ébola en el continente, pidió insistentemente un aplazamiento y la CAF decidió finalmente cambiar de lugar el torneo.

Entre los puntos a favor del 'plan B' ecuatoguineano estaban sus infraestructuras, ya construidas, especialmente los dos estadios de Malabo y Bata, así como las carreteras y los hoteles, que ya habían sido acondicionados para la CAN de 2012.

Reutilizar ese tipo de estructuras, a menudo criticadas en otros países por su construcción para un evento puntual, parece lógico en esta ocasion y las sedes de Malabo y Bata no deberían dar problemas. Más incertidumbre existe con las otras dos ciudades, Mongomo y Ebebiyin, núcleos de población reducidos para un evento de estas características.

“El alojamiento en Ebibeyin y Mongomo es perfecto y está listo, tanto los hoteles como las viviendas sociales donde se quedarán algunos equipos”, aseguró el ministerio ecuatoguineano de Deportes.

“No hay ningún problema, podemos recibir al número de personas que vayan a venir”, añadió, tranquilizando sobre la puesta a punto de los últimos preparativos.

Petrodólares por imagen

Guinea Ecuatorial sustenta su fuerza económica en la explotación de petróleo desde hace más de una década. El país está inmerso en una política de grandes obras destinadas a cambiar de cara y también ha construido un Palacio de Congresos para acoger cumbres internacionales, a la que vez que se trabaja en las obras de una nueva capital (Oyala) .

Obiang también intenta hacer valer el peso económico de su país en las instituciones internacionales, especialmente las continentales, avalado por su condición de tercer productor del petróleo subsahariano.

“ Se comporta como un nuevo rico ” , dice, manteniéndose en el anonimato, un diplomático africano, subrayando que el jefe de Estado ecuatoguineano quiere tomarse la revancha después de haber sido tratado durante años como un 'apestado', entre acusaciones de mantener un régimen dictatorial y mantener a la población en una pobreza extrema.

Llegó al poder en 1979 por un golpe de Estado, dirige el país con mano de hierro y fue reelegido en 2009 con el 95,37% de los votos.

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha protestado por la organización de la Copa de África en Guinea Ecuatorial, aludiendo a la “ terrible represión a la libertad de información ” .

“De Guinea Ecuatorial sólo se verá el césped de los estadios de fútbol (...) No sabréis nada de la pobreza, de la corrupción y de la represión política que asolan el país, ya que allí no existe la libertad de información”, dicen desde RSF.

“Improvisación irresponsable”

La excolonia española acogerá a pocos hinchas. El presidente Obiang ha recordado que su país no se relajará contra la inmigración clandestina: “los vecinos que quieran venir a ver los partidos de la CAN deben organizarse para venir en los autobuses, registrarse en nuestros consulados y embajadas, su pasaporte será confiscado en las fronteras y se les devolverá cuando salgan”.

En el plano nacional, el único diputado de la oposición, Placido Miko, ha protestado por lo que considera “algo absurdo, una manifestación de la irresponsabilidad del régimen cuyo dirigente hace lo que le parece, gestionando el dinero como si fuera suyo”.

Miko ha recordado que la organización de la CAN se aceptó sin consultar con el Parlamento y que ninguna financiación estaba prevista en el presupuesto de 2015 que fue votado por los diputados en noviembre y diciembre.

“El petróleo representa el 90% de los recursos del país. En la coyuntura económica actual, con un barril que ha perdido del 40 al 50% de su valor, supone una improvisación irresponsable que no aportará nada al país y que se hará en detrimento del desarrollo y de la población”, insiste a la AFP .

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