Blatter pidiendo la presencia de su seguridad antes de recibir el baño de billetes. Foto: Agencia AFP
Desde que estalló el ‘Fifagate’, en mayo, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, no viaja a países que tengan tratados de extradición con los Estados Unidos. Su último traslado internacional fue a Rusia, para el sorteo de las eliminatorias del Mundial 2018 y por recomendación de asesores, no asiste a eventos oficiales, a menos que su presencia sea obligatoria.
Blatter no acudió al conteo regresivo de los 1 000 días para el Mundial 2018, pero sí apareció en el sorteo del Mundial de Clubes de este año.
El hasta ahora mandamás de la FIFA tomó esa precaución después de dimitir de su cargo, en junio. Pero ahora podría ser apresado en Suiza. La Fiscalía de ese país anunció ayer la apertura de un proceso penal contra él, por sospechas de corrupción.
En un principio, cuando apenas estalló el ‘Fifagate’ y fueron detenidos siete dirigentes en Zúrich tras ser vinculados en escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito, el suizo de 79 años salió bien librado. Sin acusaciones directas en su contra, Blatter ganó las elecciones del organismo internacional por quinta ocasión y una semana después renunció tras aclarar que sentía no tener el respaldo necesario.
Tras 17 años en el poder, Blatter ha gozado de una inmunidad que de a poco se está agotando. Según el New York Times, el máximo dirigente del fútbol está siendo investigado por el FBI. A esto se suman las nuevas acusaciones de la Fiscalía General de Suiza.
Blatter es sospechoso de haber cerrado un contrato desfavorable para la FIFA en septiembre del 2005 con el triniteño Jack Warner, entonces jefe de la Unión Caribeña de Fútbol. Además, el suizo está acusado de haber realizado un ‘pago desleal’ de USD 2,5 millones a Platini en el 2011, aunque se alega que el dinero era en compensación por trabajo realizado entre enero de 1999 y junio del 2002.
El acuerdo con Warner, que fue firmado en el 2005, fue calificado como pintoresco porque los valores de la venta de los derechos de los mundiales 2010 y 2014 eran irrisorios. Estos fueron de USD 250 000 y USD 350 000, en ese orden, que a su vez le generaron USD 20 millones a Warner.
Desde su llegada a la cabeza de la instancia suprema del fútbol en 1998, Blatter se ha acostumbrado a un tratamiento digno de un jefe de Estado. Incluso con presupuestos multimillonarios y más miembros que la ONU. Y con salarios anuales que aún son un misterio.
Pero el ‘sistema Blatter’ se desmorona . La semana pasada ya fue apartado de la Secretaría General su número dos, Jérôme Valcke, sospechoso de participar en la reventa de entradas de la Copa del Mundo Brasil 2014.
Bajo la administración de Blatter, hasta el 2014, la FIFA ha manejado USD 15 830 millones. El 90% de este dinero es por concepto de derechos de televisión.
Desde el 2011 hasta 2014, a la FIFA ingresaron USD 5 137 millones y se gastaron USD 5 360 millones.