Rosalba Chacha durante un entrenamiento. Foto: Cortesía Comité Olímpico Ecuatoriano.
Luego de la continuas lesiones que sufriera en el 2013, Rosalba Chacha tomó la determinación de retirarse del atletismo. Ella dice que ya no encontraba motivación para seguir en el deporte.
Sin embargo, su hija Génesis la convenció de retornar a las pistas. “Mami, no te retires porque quiero verte triunfar”, le dijo la pequeña de 9 años, según cuenta Jaime Catota, esposo de la atleta y padre de Génesis.
Aquella frase se transformó en la vitamina que necesitaba Chacha para regresar a los entrenamientos y clasificarse a Río de Janeiro 2016, sus segundos Juegos Olímpicos.
Consiguió su cupo olímpico en la maratón de Sevilla, que se disputó el 22 de febrero del 2015. Allí detuvo el cronómetro en 2 horas y 35 minutos. En Río de Janeiro competirá el domingo 14 de agosto, a las 07:30, hora de Ecuador.
Ella pretende superar su marca personal (02:35) a pesar de la humedad y el calor, con temperaturas que bordearán los 25°C. Su sueño, además, es batir la marca nacional que ostenta Martha Tenorio (02:32).
En su debut olímpico, hace cuatro años, finalizó en el puesto 83º, con un registro de 02:40,57. Con esa experiencia adquirida, desea mejorar esa posición.
En estos días, la atleta ha incrementado la intensidad de sus entrenamientos. Antes de su viaje a Brasil, programado para el 8 de agosto, realizará un campamento en Salinas o en
La Concordia, para que su cuerpo se acostumbre a un clima y a una humedad similares a los que enfrentará en Río de Janeiro.
La deportista olímpica dedica tres horas de entrenamiento diario por las mañanas y además refuerza esta labor con trabajos físicos específicos en gimnasio.
Chacha reconoce que su fuente de inspiración es su familia y, sobre todo, su hija Génesis. Cuando las adversidades se presentan, ella repite continuamente esta frase: “Si tienes una derrota, no pienses solo en ella, sino que planifica la revancha”.
Jaime Catota recuerda que en estos últimos 16 años, Rosalba tuvo que superar lesiones muy graves. En el 2000 fue atropellada en Chillogallo, mientras se entrenaba, y pasó un año en una silla de ruedas.
En el 2014, en Buenos Aires, mientras estaba en el pelotón que lideraba la carrera, sufrió la rotura del sóleo (músculo que une el gemelo con el tendón de Aquiles), en el km 32.
Chacha quiere dedicarle su carrera a los damnificados por el terremoto. “Cada competencia que enfrente esta delegación de
38 deportistas será especial, porque la vamos a dedicar a nuestros hermanos. Si yo pude levantarme, ellos también podrán hacerlo y se van a recuperar de lo que pasó”.