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Damián Frascarelli transmite su experiencia en River Ecuador

El golero Damián Frascarelli, en el centro, posa con sus compañeros de River Ecuador. Foto: API

El golero Damián Frascarelli, en el centro, posa con sus compañeros de River Ecuador. Foto: API

El golero Damián Frascarelli, en el centro, posa con sus compañeros de River Ecuador. Foto: API

Cuando las prácticas de River Ecuador terminan, Damián Frascarelli se queda unos minutos más en la cancha realizando trotes y abdominales. Le gusta trabajar su físico, para mantener una imagen impecable y buena salud.

Antes de las entrevistas, el golero se acomoda el cabello con las manos, igual la barba y el uniforme. Cuando responde las preguntas lo hace pausado y siempre respetuoso, se considera un hombre tranquilo.

Por esa característica de su personalidad, evita hablar sobre el entredicho que tuvo con Esteban Paz en febrero pasado. En ese tiempo, el directivo de Liga de Quito denunció que el golero lo habría insultado. Sin embargo, para el charrúa ese es un tema cerrado.

Prefiere enfocarse en el campeonato nacional, en el que River está mejorando su rendimiento. El equipo guayaquileño está en la séptima casilla, con 21 puntos, por encima de equipos grandes como El Nacional y Liga de Quito.

Frascarelli es pieza importante de esa mejora en el equipo. El portero suma nueve partidos jugados y recibió cinco goles. Su actuación más destacada fue el viernes pasado, cuando River empató sin goles ante Barcelona, pese a tener un hombre menos.
Además del punto para su equipo, ese partido le hizo ganar “medio asado” al portero. Había apostado con el DT canario, Guillermo Almada, que el que perdiera pagaría la comida, pero debido a la igualdad, acordaron cancelar la cuenta mitad y mitad.

Entre risas Frascarelli cuenta que conoció a Almada y a Darwin Quintana, asistente técnico torero, cuando lo dirigieron en River Plate de Uruguay, entre el 2012 y el 2015.

“Lo importante fue que no perdimos, claro que me agrada estar en buen nivel principalmente después de la lesión”, dijo el golero respecto al juego contra los toreros.

Estuvo dos meses fuera de las canchas por una molestia en la rodilla. Para completar su recuperación tuvo que viajar a su país, donde lo atendió un médico de su confianza.

Durante el tiempo de lesión, el jugador tuvo un acercamiento con el portero suplente de River, Gonzalo Valle. Conversaban seguido en el camerino, el charrúa trataba de compartir su experiencia con el portero ecuatoriano, de 21 años.

Cuando veía los partidos desde las gradas, tenía sentimientos encontrados. Al tiempo que sentía ansiedad por volver a jugar, también se mostraba conforme con el rendimiento de Valle, que a su criterio es un deportista en crecimiento.

Recuerda que fue su hermano mayor, Roque, quien le inculcó su amor por el arco. Empezó a atajar cuando tenía seis años, jugaba en ese puesto en la escuela, en el barrio y en las divisiones formativas del club Miramar Misiones.

Es un hombre apegado a su familia. En Guayaquil vive con su esposa y con su hijo Tiziano, de tres años. Dice que el pequeño es su inspiración, le gusta pasear con él e ir al cine, en sus tiempos libres.

Seguido conversa con su mamá, María, quien el año pasado protagonizó una polémica cuando llamó a una radio para reclamar por la suplencia de su hijo en Peñarol, y criticó el accionar del titular de ese equipo, Gastón Guruceaga.

Él toma de manera jocosa ese episodio de su vida, aunque en aquel momento tuvo que recurrir a las redes sociales para disculparse por lo dicho por su progenitora. Meses después filmó un comercial televisivo, para una cadena de supermercados, en forma increíble mofándose de esa situación tan particular.