Christopher Froome festeja su triunfo en el Tour de Francia. Lo acompañan en el podio Romain Bardet (izq.) y Nairo Quintana. Foto: Mantey Stephane/ EFE
El ciclista británico Chris Froome conquistó el Tour de Francia por tercera vez en su carrera y por segunda ocasión consecutiva, al finalizar la tradicional prueba por delante del francés Romain Bardet y el colombiano Nairo Quintana.
El capitán del equipo Sky cumplió con lo esperado en la etapa final con llegada a los Campos Elíseos de París y celebró una vez más en la principal carrera ciclista del mundo tras sus victorias de 2013 y 2015. Froome fue el indiscutible dominador de la edición número 103 del Tour, donde tomó el comando ya en la octava etapa con un inesperado ataque en el descenso de Peyresourd y nunca más lo soltó.
El británico finalizó los 3 535 kilómetros de la prueba con una ventaja de 4:05 minutos sobre Bardet y 4:21 minutos sobre Quintana. “Es increíble, increíble. Sigue siendo igual de increíble por mucho que repita. Igual que correr en los Campos Elíseos, es una sensación increíble”, dijo Froome, que agradeció especialmente el trabajo de sus colegas del equipo Sky.
“Mis compañeros se han dejado la piel día tras días y por eso era importante demostrar en meta que este es un deporte de equipo, es lo más importante, por lo que hemos trabajado sin descanso”, señaló.
Quintana, que era considerado el gran rival de Froome, en ningún momento pudo poner en aprietos al británico y lució agotado físicamente en los últimos tramos de la carrera.
“Me voy con pena por no haber podido dar más espectáculo. Me ha fallado el físico, la alergia me ha afectado. Quedan muchos años para seguir intentándolo y si seguimos trabajando bien, acabará llegando. Seguiremos luchando por el sueño amarillo”, indicó el colombiano.
Cuarto fue el británico Adam Yates, distinguido como el mejor ciclista joven de la competición, seguido por el australiano Richie Porte y el español Alejandro Valverde, que terminó a más de cinco minutos de Froome.
La vigesimoprimera etapa de hoy, 24 de julio del 2016, entre Chantilly y París fue ganada por André Greipel, que logró la primera victoria alemana en la actual edición del Tour. Lo siguieron el eslovaco Peter Sagan, ganador del maillot verde de la clasificación general por puntos, y el noruego Alexander Kristoff.
En la clasificación final de montaña, el triunfo fue para el polaco Rafal Majka.
A sus 31 años, Froome demostró un gran nivel a lo largo de las tres semanas del Tour y sorprendió atacando en distintas facetas como sprint, el descenso o la escalada. Con su combinación de experiencia, inteligencia y audacia, el británico nacido en Kenia resultó imbatible para sus rivales “Es un campeón extraordinario, puede ganar aún más Tours. Es de momento el mejor y el mejor debe ganar”, lo elogió recientemente el exciclista belga Eddy Merckx, cinco veces ganador de la prueba francesa.
El único momento de dificultad de Froome fue en el mítico Mont Ventoux, donde se fue al suelo en una caída múltiple tras un choque con una moto de la televisión. Debi La caída se produjo 1,2 kilómetros antes de la llegada y al quedar su bicicleta dañada, el líder tuvo que correr desesperado sobre el asfalto en dirección a la meta, mientras miraba hacia atrás a la espera de lograr una bici de repuesto.
Un coche neutro le prestó una, pero era demasiado pequeña, así que no pudo reanudar realmente la marcha hasta que llegó un vehículo técnico de su equipo, cuando ya veía impotente cómo su ventaja al frente de la clasificación se diluía. Una hora después, sin embargo, la dirección de la prueba decidió dar como válidas las distancias que había en el momento en el que se produjo el incidente, por lo que pudo recuperar el maillot amarillo. “El Mont Ventoux está lleno de sorpresas”, reflexionó entonces el ciclista.
Con sus tres triunfos en el Tour, Froome sigue escalando en la tabla histórica de máximos ganadores de la prueba. El británico comparte el quinto lugar histórico igualando la línea de otros tres ciclistas. Como máximos ganadores se encuentran los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el español Miguel Indurain y Merckx.
El estadounidense Lance Armstrong se impuso en siete ocasiones, pero sus títulos le fueron retirados tras confesar que se dopó. En esta edición, no se conocieron escándalos en relación al doping y tampoco sobre el tecno-doping, la nueva preocupación de las autoridades en los últimos tiempos.
La carrera sí se vio empañada por el atentando terrorista ocurrido en Niza hace diez días, así como el tiroteo del viernes en Múnich. Pese a la alarma y la preocupación, el Tour continuó bajo fuertes medidas de seguridad. “Quiero acordarme de todos los que perdieron la vida en la tragedia de Niza. Los valores del deporte son fundamentales en una sociedad libre”, señaló Frome.
“Todos amamos el Tour de Francia. Amamos el Tour porque es impredecible. Pero lo amamos sobre todo por lo que no cambia: la pasión de los seguidores que vienen de todos los países del mundo para animar al borde de la carretera, la belleza de Francia y los lazos de amistad que se crean a través del deporte puro. Son cosas que nunca van a cambiar”. En total, 174 de los 198 pudieron llegar a la meta. Entre ellos no estuvo el español Alberto Contador, uno de los grandes favoritos, que sufrió una caída en el inicio y debió abandonar.