Una iniciativa empresarial, que hace un cuarto de siglo empezó con la fabricación local de cintas adhesivas, hoy constituye un importante aporte a la industria nacional de productos para los sectores automotor y ferretero.
En sus 25 años de trayectoria en el mercado ecuatoriano, Abro del Ecuador ha diversificado significativamente su oferta de productos, muchos de los cuales hoy son líderes de sus respectivos segmentos.
Así lo asegura Celso Cepeda, gerente de Mercadeo y Ventas de Abro del Ecuador, quien cuenta que la empresa nació en 1988 tras la asociación de un grupo de emprendedores ecuatorianos con la compañía estadounidense Abro, con el fin de obtener la representación de sus productos para nuestro país.
En sus inicios, Abro del Ecuador se dedicaba únicamente a la importación de productos terminados, pero en vista de que contaba con la maquinaria y la capacidad para fabricar cintas adhesivas en sus instalaciones industriales, empezó a hacerlo al poco tiempo utilizando materia prima y tecnología estadounidenses, y bajo la supervisión de la casa matriz.
Desde entonces, la producción se ha incrementado en más de un 2 000%, en respuesta a la demanda del mercado interno y de los requerimientos regionales, pues la empresa también ha exportado a Colombia, Perú, Bolivia y algunos países centroamericanos.
Paulatinamente, Abro introdujo otros productos en el medio local, obteniendo una importante participación en el mercado local y posicionándose como una de las marcas más reconocidas entre los consumidores ecuatorianos.
En el ámbito ferretero, Abro cuenta con una línea de productos en la que se destacan las cintas adhesivas para diferentes aplicaciones, las pinturas en aerosol y los silicones utilizados en la instalación de elementos de aluminio y vidrio.
En el ámbito automotor dispone de artículos de cuidado y embellecimiento, silicones de alta temperatura para tareas de reparación, grasas lubricantes, sustancias limpiadoras, líquido de frenos y refrigerantes, entre otros.
Cepeda explica que de los cerca de 300 productos que componen el portafolio completo de Abro, más de 200 están disponibles en el mercado nacional.
Además, asegura que, a diferencia de otros, los de Abro se destacan por su versatilidad, ya que son aptos para más de una aplicación y esa es una cualidad muy apreciada por los clientes ecuatorianos.
Antes de introducir nuevos productos, Abro del Ecuador lleva a cabo los respectivos estudios que garanticen una buena acogida por parte de los consumidores. No obstante, Cepeda admite que estos llegan al mercado avalados por la buena reputación que la marca tiene en el país.
A tono con el crecimiento del mercado de productos de aplicación automotriz, Abro del Ecuador está trasladándose a una planta industrial cuatro veces más grande que la actual, donde, además de ampliar su capacidad de producción, podrá concretar nuevos proyectos en los que ya trabaja.
Una parte fundamental de la labor de Abro en estos 25 años fue la creación del equipo de competición, convertido en el participante más exitoso de los diferentes torneos de circuitos que se han llevado a cabo en el autódromo de Yahuarcocha en años recientes.
Entre sus logros se destacan los campeonatos nacionales obtenidos por los hermanos Xavier y Miguel Villagómez, las destacadas participaciones en competencias internacionales como las Seis Horas de Bogotá y otros triunfos en carreras de larga duración sobre el trazado imbabureño.
En sus 10 años de existencia, la escudería ha aumentado el número de vehículos en competencia (tres en la actualidad), así como el de pilotos que lo conforman. A los hermanos Villagómez ahora se suman Juan Pablo Villota, Francesca Cozzaglio y Juan José Rivera.
El último gran éxito de la escudería, en su conjunto, fue la obtención de los tres primeros lugares en la categoría Fuerza Libre 2 de la competencia denominada Yahuarcocha 600 kilómetros, el mes pasado.
Cepeda señala que los triunfos del equipo han contribuido a que Abro gane presencia de marca.