Con la relativamente reciente vigencia de los sistemas de fotomultas en las calles y carreteras, muchos conductores se han visto sorprendidos en flagrante violación de la Ley de Tránsito. No son pocos quienes no caen en cuenta de la infracción cometida hasta cuando les llega la respectiva notificación por correo electrónico.
Entre enero y octubre de este año, la Agencia Metropolitana de Tránsito registró más de 82 000 contravenciones en Quito, entre las cuales el exceso de velocidad, la invasión de los carriles exclusivos de las unidades de transporte público y el irrespeto a los semáforos eran las principales.
Respecto de la última, la infracción no solo se comete cuando el conductor pasa de largo. También se considera un irrespeto al semáforo el atravesar la línea blanca pintada en la calzada que señala el espacio de espera, o invadir de manera parcial o total el cruce cebra de los peatones.
Esto sucede con frecuencia cuando el tráfico es intenso y no se alcanza a cruzar la transversal. En esos casos conviene esperar en el sitio indicado hasta que el flujo vehicular permita continuar la marcha, y prestar oídos sordos a quienes pitan de manera insistente desde atrás.