Ángela Tenorio hizo una pausa para compartir con otros atletas

La velocista Ángela Tenorio (centro) comparte con los deportistas de Olimpiadas Especiales, organización de la cual es su embajadora de honor. Foto: Vicente Costales

La velocista Ángela Tenorio (centro) comparte con los deportistas de Olimpiadas Especiales, organización de la cual es su embajadora de honor. Foto: Vicente Costales

La velocista Ángela Tenorio (centro) comparte con los deportistas de Olimpiadas Especiales, organización de la cual es su embajadora de honor. Foto: Vicente Costales

A Ángela Tenorio no le importó realizar un viaje de 178 kilómetros desde Carpuela (Imbabura) hacia Quito, el pasado martes. Ella iba a reunirse con los deportistas de Olimpiadas Especiales, organización de la cual es embajadora junto con Álex Aguinaga e Iván Vallejo.

“Es un orgullo ser su embajadora. Ellos despiertan mi lado humano con conciencia social”, dijo la velocista de 19 años, mientras compartía sonrisas con los deportistas, quienes mostraban las medallas que conquistaron en el Mundial de Los Ángeles, en junio.

La llegada de la Navidad y el Año Nuevo no alterará la planificación de la atleta, oriunda de Lago Agrio y federada por Pichincha. Este viernes 25 de diciembre de 2015 practicará en la pista de Los Chasquis desde las 08:00, bajo el mando de su entrenador Nelson Gutiérrez y celebrará la Navidad en Quito, en compañía de sus hermanos Édison y Lorena, y otros invitados. Ángela tiene pensado cocinar un pavo, pero no se ha organizado para prepararlo.

“Estas festividades sirven para reconocer la valía de los seres queridos y disfrutar su compañía”. Tenorio realizó en Carpuela un campamento de entrenamiento y dedica entre tres y cuatro horas diarias para mejorar sus tiempos. “Trabajo a diario para estabilizar mi marca de 10:99 segundos en los 100 metros planos, para que no digan que fue un ‘chiripazo’ ser la mujer mejor ranqueada de Sudamérica”, dijo entre sonrisas.

La ‘Gacela de Ébano’ tiene previsto viajar en enero a Orlando, Estados Unidos, para realizar un campamento de entrenamiento de dos meses, antes de su participación en el Mundial de Atletismo bajo techo, que se realizará en Portland entre el 17 y el 20 de marzo.

“Lo que más extraño de mi ciudad (Lago Agrio) es el carisma de la gente y su comida. Los platos que se preparan allá no se parecen en nada a los que se cocinan en la Costa y la Sierra”.
El 2015, a Tenorio le dejó las medallas de oro que conquistó en los 100 y 200 metros planos en el Sudamericano Juvenil de Cuenca. Allí obtuvo la marca para representar al país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y también un nuevo récord sudamericano.

Sumó, además, una medalla de plata en el relevo femenino 4x100 junto a Lilibelih Estupiñán, Lisbeth Guañuna, Virginia Villalva y Tania Caicedo. En los Juegos Panamericanos de Toronto alcanzó la medalla de plata en los 100 metros lisos, ubicándose a 4 milésimas de segundo de la jamaiquina Sherone Simpson, quien ganó el oro. En esta competición impuso otro récord sudamericano absoluto.

Una contractura muscular impidió que Ángela subiera al podio en los 200 metros lisos. Terminó en cuarto lugar con un tiempo de 22:88, detrás de las estadounidenses Kaylin Whitney y Kyra Jefferson y de la jamaiquina Simone Facey​.

Al hacer un balance de lo que le dejó la temporada, Tenorio reconoció que su ausencia en el Mundial de China, en agosto, “la bajoneó pero no la frustró”, ya que tenía ganas de competir con las mejores del mundo. “En la pista, muchas veces no ganan los mejores tiempos, sino quienes están mejor preparados en el preciso momento”.

Mientras Tenorio se tomaba fotos el martes, en el Quicentro Norte, Nicolás Cueva ­-representante de Olimpiadas Especiales- resaltó el año que tuvieron sus atletas y dijo que gestos como el de Ángela mo­tivan a los 21 000 deportistas que cobija su organización, para alcanzar nuevos objetivos.

La organización a la que representa Ángela ganó 29 medallas de oro, 16 de plata y 9 de bronce en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales. “Esos resultados nos invitan a soñar en un prometedor 2016”, dijo Nicolás, hijo de Héctor Cueva, presidente de Olimpiadas Especiales.