En los muebles altos, los frentes transparentes de la mueblería permiten que la luz interior resalte. Foto: Armando Prado / Construir
Para muchas familias, la cocina es el corazón de la casa, especialmente cuando la preparación de los alimentos se hace como actividad conjunta de todos sus miembros.
Por esta razón, el espacio debe ser completamente funcional, pero también acogedor, explica el arquitecto Fernando Ron. Es importante el mobiliario, los complementos utilitarios, pero también los decorativos. La iluminación dentro del mobiliario cumple doble rol.
Los sistemas actuales de almacenamiento en la cocina incorporan sistemas de iluminación interior en la mueblería de forma automática, explica Diana Maldonado, representante de Hogar 2000. “Al abrir las puertas de estanterías y despensas se encienden las luces que facilitan el alcance de las cosas pero también dan un aporte estético a la cocina”.
Ron coincide en la pertinencia de estos nuevos sistemas y recomienda incorporar luces de colores al interior del mobiliario, “dependiendo del estilo que se mantenga”, ya que si se irrumpe con demasiado color la cocina dejará de tener la armonía que se necesitan para las actividades familiares, indica.
Para lograr esa armonía con luces de colores, el arquitecto recomienda crear combinaciones y contrastes con los colores del mobiliario principal y las paredes. Por ejemplo, el profesional sugiere utilizar tonos neutros en las paredes, de preferencia el blanco.
Este color también se puede utilizar en la mueblería de cocina. Sin embargo, dependiendo del estilo decorativo, se pueden usar tonos maderados y contrastar con luces en tonos tenues como celestes o verde limón. Ron recomienda que los frentes de los muebles altos sean transparentes para que el aporte decorativo de las luces resalte.