Después de las Islas Galápagos, la “Ciudad Mitad del Mundo” es el atractivo turístico más visitado del Ecuador.
El punto de interés es el Monumento a la Línea Ecuatorial levantado en 1946. El obelisco original fue cambiado en 1980 y convertido el lugar en un Centro Comercial cercado por murallas, cuya administración y beneficios económicos son del Consejo Provincial de Pichincha. A la parroquia San Antonio, a su comunidad de más de 60 000 habitantes, no le representa ningún ingreso; si los escolares de la zona desean conocer este Patrimonio Astronómico del Ecuador, deben pagar $ 5,00.
En los últimos años y por acción del Gobierno Central, se mejoró las condiciones urbanas de la zona: repavimentación de la Av. Córdova Galarza, parque y edificio Unasur. El Municipio de Quito ha cumplido parcialmente con la prolongación de la Av. Simón Bolívar, toda vez que debía empatar con la vía a Calacalí, pasando por el Barrio de Rumicucho. La parroquia soporta calles de tierra; servicios de alumbrado público y alcantarillado incompletos; carece de un mercado que se ajuste a los estándares modernos. Es un largo historial de necesidades que deben satisfacerse para que la corriente turística genere un impacto económico en la población. Sobre todo, se debe eliminar el pago de la entrada para ver el obelisco, cuya administración ha servido para satisfacer los requerimientos clientelares de las autoridades del gobierno provincial, menos para el adelanto de San Antonio de Pichincha.
El 13 de junio último, la parroquia celebró 117 años de fundación. ¿Cuántos más será de esperar para que los impuestos municipales se conviertan en obra pública?