La decisión de la Junta Monetaria que tenía como efecto un aumento en el pago de intereses cuando la gente cancela solo los mínimos o un valor menor de la cuota de la tarjeta de crédito generó una avalancha de críticas en redes sociales. Aunque el ente resolvió la semana pasada dar marcha atrás en esta decisión y dejar el cálculo de intereses como era antes, quedó en evidencia que el pago de mínimos es una costumbre en la población que, además, no tiene conciencia del alto costo que supone esta opción financiera. El valor que no se paga se acumula en el saldo rotativo, que además incluye los consumos actuales.
El siguiente mes el cliente no solo que tiene que pagar lo que no canceló cuando debía hacerlo y con intereses del 17,3%, sino las cuotas de los consumos diferidos y las compras del mes, lo cual puede convertirse, con el tiempo, en una bola de nieve para el bolsillo de los hogares
Si lleva varios meses tomando estas decisiones equivocadas es probable que esté sobreendeudado y no quiera aceptarlo. Antes de que caiga en mora, donde además de intereses se cobran comisiones por gestiones de cobranza, se debe ir al banco y pedir una ampliación de plazo para cancelar en cuotas el saldo rotativo. Pero esto solo será un alivio para las finanzas del hogar si, a la vez, se bloquea la opción de pago mínimo.
La decisión, además, requerirá de un consenso en la familia para ajustar gastos, de manera que se pueda cumplir con el nuevo plan de pagos planteado al banco.
La decisión es importante sobre todo en un escenario de menor liquidez de la economía, que puede generar un aumento en el uso de la tarjeta de crédito. Hasta septiembre pasado, de hecho, el saldo de consumos rotativos cerró en USD 2 760 millones; es decir, un 17% más que en igual mes del 2017, según datos de la Súper de Bancos. Un elemento preocupante es que entre los consumos constan rubros en supermercados, lavanderías, licor, restaurantes e incluso peluquerías, que solo se deben pagar corriente por ser gastos del mes.