En Internet circulan un sinfín de memes sobre la tan temida tesis y sus efectos en los casi graduados
Cuando los estudiantes cursan el último semestre suelen creer que pronto tendrán su título y finalmente podrán ser llamados profesionales. Seguramente no piensan que todavía tienen la tesis por delante.
En Internet circulan un sinfín de memes sobre la tan temida tesis y sus efectos en los casi graduados. Nadie que no haya atravesado un reto de tal magnitud puede entender la montaña emocional que el aspirante vive. Si estás realizando una, sabrás muy bien de lo que se trata. De lo contrario, toma nota de las 10 cosas que pueden enloquecer a alguien en modo tesis
1. ¿Ya terminaste?
De esta pregunta se derivan otras más irritantes como ¿por qué no terminas?, ¿por qué te dedicas a otras cosas y no a la tesis? , ¿cuándo vas a terminar? Por lo general, este cuestionamiento suelen hacerlo las personas cercanas al tesista -entiéndase mamá o papá-. Cuando el aspirante termine, seguramente hasta la Casa Blanca se enterará, esto significa que es improbable que los seres cercanos no lo hagan. El nuevo profesional se encargará de difundir la respectiva fotografía y agradecimiento en sus redes sociales.
2. ¿Cómo va la tesis?
Es similar a la primera pregunta, pero esta suele ser más común. Aunque puede ser un gesto de preocupación legítimo o simple curiosidad, si el estudiante no está avanzando como le gustaría, seguramente se pondrá a la defensiva, cambiará de tema o se enojará. En la página de Facebook ‘La Tesis Malvada’ llegan incluso a señalar que es una pregunta de “mala educación”.
3. Invitaciones a eventos sociales
Concentrarse y escribir el último trabajo antes de recibir el título de por sí es difícil, sin embargo, los amigos, mijines, primos, etc. pueden hacerlo aún más complejo. Parecería que en el tiempo de desarrollo del documento las fiestas, caídas, conciertos y demás se multiplican.
4. No es para tanto…
Cuando parece que el final está próximo, una de las frases que más desmotivan es esta. ¿Cómo que no es para tanto? ¿Y todo el esfuerzo? ¿Y las fiestas, reuniones, domingos de deportes que se perdieron? Sí, definitivamente, sí es para tanto.
5. Tutor de vacaciones
Por lo general, suelen surgir imprevistos durante la elaboración de la tesis. Es lo normal. Uno de los más comunes es la misteriosa desaparición o vacaciones del tutor. A pesar de toda la tecnología existente no es usual que los tutores informen a sus pupilos sobre sus vacaciones. El aspirante lo notará después de que el profesor no conteste por ningún medio y acuda a la universidad en búsqueda de respuestas.
6. Correcciones
Durante las correcciones del escrito las observaciones del tutor pueden ser de forma y de fondo. Si son de forma, aunque sea tedioso revisar hoja por hoja, no es difícil realizar los cambios en un corto período. Mientras que si de fondo se trata es más complejo porque implica mayor profundización e investigación y eso es invertir más y más horas de las ya invertidas.
7. ¿Por qué no escogiste examen de pregrado?
Posiblemente muchos no tuvieron la posibilidad de escoger o algunos a pesar de tenerla, decidieron realizar una tesis. Sea como sea, ya en el camino de la tesis es difícil volver a escoger. Esta pregunta solo aumentará las dudas que de por sí ya se tienen. El ‘qué pasaría si…’ puede ser poco útil en este caso.
8. Tiempo, tiempo, tiempo
La planificación de los tiempos suele ser lo más frustrante del proceso, porque no siempre es posible cumplirla. Las razones son diversas, una de ellas –hay que reconocerlo- es la falta de dedicación. Además de la presión familiar y personal, el tutor también suele exigir que los plazos se cumplan. Así es fácil que el casi graduado se convierta en una olla de presión.
9. ¿Quién es esa tal tesis con la que tantas citas tienes?
Puede parecer una broma, pero a veces los celos pueden llegar a los extremos. Esta pregunta representa a todos los reclamos que se le hacen al futuro profesional por su falta de tiempo a causa de la tesis.
10. Todos se gradúan menos tú
Aunque la alegría de otros puede ser también tu alegría, en ciertos casos puede traducirse en mayor estrés y frustración. Ver fotografías de los compañeros graduados- sonriendo, felices y sin una rastro de estrés en el rostro- es una mezcla agridulce para los tesistas. Pero no hay que preocuparse, algún día se terminará.