Hambre es un éxito en Netflix. Foto Netflix

El 'Hambre', de NETFLIX, genera ambiciones

La competencia es por la atención. Las plataformas de ‘streaming’ de películas están en una carrera, casi desesperada, por lograr suscriptores. Han aplicado mil y una estrategias para llevarse las miradas de los espectadores

¿Los resultados? Propuestas que van desde rebajar los costos de las suscripciones hasta cambios de nombre de las marcas. Sin embargo, siempre vuelven a los orígenes de cualquier plataforma de contenido: la calidad. Sí, la única manera de atrapar clientes, seguidores y fidelizarlos (de algún modo) es por el nivel de las producciones.

Netflix no había tomado ese camino al cien por ciento. Los productos de la plataforma han sido más el resultado de fórmulas de mercadeo y nombres que de estándares de calidad, si se compara con su competencia. Solo por poner ejemplos: HBO Max este último año ha colocado dos series en tendencia mundial. ‘The last of us’ y ‘Succession’ son tan aclamadas por el público como bien vistas por la crítica; sin contar que el año pasado tuvieron ‘House of the dragon’, la precuela de la también afamada ‘Juego de Tronos’.



Amazon Prime, aunque con un éxito relativo, ha puesto en pantalla la multimillonaria producción ‘El señor de los anillos’, Disney+ se mantiene en los universos de los superhéroes de Marvel, Star Wars y Pixar, como un mecanismo de fidelización de su nicho, y Apple TV+ también empieza a invertir en producciones de buen nivel (‘Tetris’) para sumar suscriptores. A Netflix se le ha acusado de publicar un catálogo propio de poca calidad, lo que ha causado pérdida del pastel del negocio.

Las nuevas apuestas de Netflix

En ese contexto aparecen producciones ‘outsiders’. La película  tailandesa ‘Hambre’ se pone sobre la mesa para ser un exquisito platillo de Netflix, al punto que está en lo más alto de su menú en las últimas semanas. La plataforma renueva mensualmente su lista de producciones y en abril tiene, por lo menos, dos productos que vale la pena enfrentar con la competencia. El primero es la mencionada ‘Hambre’ y la segunda es la serie ‘Bronca’; ambas de origen asiático, lo que también rompe las recetas anglosajonas de alguna manera.

El chef Paul y su aprendiz, Aoy, son los personajes principales de 'Hambre'. Foto: Netflix.

‘Hambre’ es un verdadero plato fuerte para distinguir del menú de Netflix y retener a los suscriptores. Combina ingredientes que pueden explotar en el paladar de los espectadores, por su visión extrema (y contrapuesta) de la
alta cocina tailandesa.

En una conexión simple se puede decir que tiene un sabor a ‘Ratatouille’, aquella película de animación en la que una rata (Remy) reina en una cocina parisina y el restaurante se convierte en la sensación de la ciudad.

‘Hambre’ juega con ese cruce de ideas sobre lo oscuro que puede ser el día a día de una alta cocina y lo macabra que puede ser una mente creativa; en este caso la del chef Paul, dueño del restaurante Hunger. La construcción del menú, según el propietario, va más allá del amor por el oficio; más bien corresponde a las ambiciones de las personas. Incluso al juego de poder: de quién pone la comida en su mano o quién alimenta al otro como una forma de control y de juego social.

Para el chef Paul no existe el romanticismo que se crea en ‘Ratatouille’ y que se enfrenta con el asco que puede generar una rata en una cocina. El asco puede generar su forma de conducir una cocina o de entender la sociedad y las relaciones humanas. La moral y la ética, finalmente, no son ingredientes necesarios para preparar un platillo en la visión del propietario de Hunger y poco le importa que el resto del ‘staff’ lo entienda.

A esa cocina llega la aprendiz Aoy, una cocinera de un pequeño local familiar, donde se preparan platillos tradicionales para comensales de paladar poco refinado. “Eres muy buena para estar aquí”, le dice un miembro del equipo del chef Paul, un día que pasó por el puesto de Aoy. Le entregó una tarjeta y así llegó a probarse en Hunger.

El descubrimiento en la cocina

Las cocinas de los grandes restaurantes tienen orden y, especialmente, disciplina. Eso puede provocar deseo de emulación como cuando se ve un postre en una vitrina. Aoy quiere aprender del chef Paul y se enciende una relación de maestro y aprendiz por demás tóxica. Los dos cocineros (Paul y Aoy) son creativos y sus mentes quieren satisfacer a los comensales, pero sus escalas de valores son diferentes y ambos se cuestionan sus ambiciones.

‘Hambre’ es una película que hace saborear las mieles de los pequeños triunfos y la amargura de la soledad en medio de la maldad; retrata también a una sociedad por lo que come y no por lo que siente.


El tráiler oficial de Netflix
La ficha de la película

Título:

‘Hambre’

Dirección:

Dom Sitisiri Mongkolsiri

Guion:

Kongdej Jaturanrasamee

Duración:

146 minutos

Plataforma:

Netflix

País: 

Tailandia


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