Imagen de una pantalla de Facebook donde se observa una pizza con la descripción: pizza, comida. Foto: EFE.

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¿Se puede comer pan, pizza y pastas y perder peso?

Imagen de una pantalla de Facebook donde se observa una pizza con la descripción: pizza, comida. Foto: EFE.

Las “tres P” tradicionalmente prohibidas en una dieta baja en carbohidratos no serían tan nocivas como se creía. Científicos descubrieron un nutriente que bloquea la enzima amilasa responsable de la absorción del almidón. Cómo administrar las harinas para no privarse de nada.

Los hidratos de carbono son el terror de las dietas. Cualquier persona que busca adelgazar comienza por suprimir de su alimentación los panificados, las pastas, los alimentos procesados. Pero hidratos no son solo harinas. Son el componente de la papa, el arroz, los granos, las frutas y las verduras. Y son la principal fuente de energía del organismo.

Por eso privarse de las harinas no es condición para perder peso ni sería ideal suprimir ese alimento de la dieta.  “Muchas personas no entienden que los carbohidratos no son nutrientes prohibidos, por el contrario deben ser parte de nuestra alimentación” , destacó el médico David Foreman de la University of South Carolina.

Tras asegurar que “los carbohidratos se encuentran en los alimentos, incluyendo frutas, verduras, granos, harinas, papas, arroz, dulces, entre otros y son la fuente de energía preferida del cuerpo”, el especialista detalló:  “Los carbohidratos son moléculas de azúcar que están solas o se unen en grupos. Las moléculas independientes se llaman hidratos de carbono simples, mientras que los vinculados en grupos se denominan complejos”.

Cuanto más simple es el hidrato de carbono, más rápido puede ser absorbido por el cuerpo y utilizado para la energía o almacenado como grasa.

“La fibra es el carbohidrato más complejo que se encuentra en nuestras dietas, mientras que la fructosa y la glucosa son las más simples -ahondó el especialista-. Lo que sucede es que no nos damos cuenta de cómo los alimentos que elegimos afectan nuestro azúcar en la sangre ”.

El consumo excesivo de carbohidratos con almidón, eleva el azúcar en sangre, conduce a un exceso de grasa corporal, a la diabetes y a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otras.

A escala mundial, las tasas de obesidad siguen aumentando, las enfermedades del corazón continúan siendo el principal asesino, y la diabetes es una de las tres enfermedades más mortales.

La buena noticia, ahora, es que los científicos hallaron un nuevo nutriente que actúa bloqueando la enzima amilasa responsable de la absorción del almidón.

La clave está en administrar el consumo

Para Foreman, el manejo adecuado de los carbohidratos comienza limitando la cantidad de carbohidratos simples en la dieta.  

“Para controlar mejor los niveles de azúcar en la sangre y disminuir el riesgo de diabetes, colesterol alto, debilidad inmunológica y aumento de peso, se deben evitar los productos azucarados, como jugos de frutas y caramelos, ya que en ellos abundan los carbohidratos simples” , explicó el especialista.

Y agregó: “Los alimentos con almidón, como las pastas, pan, papas y el arroz, también son un  ‘no’ en los planes para bajar de peso: los almidones empiezan a descomponerse casi tan pronto como se los come. Esto se debe a que el cuerpo secreta una enzima llamada amilasa en el momento en que se comienza a comer almidón. Esta enzima está diseñada para romper los almidones en azúcar para que su cuerpo pueda absorber rápidamente su energía”.

El nutriente conocido como Satial, que cuenta con el aval de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (Saota), demostró científicamente reducir la absorción y digestión del almidón presente en los alimentos.

De hecho, la investigación dirigida por Foreman demostró que puede inhibir hasta el 75% el efecto calórico de los almidones, ayudando con programas de pérdida de peso, mantenimiento de la pérdida de peso y frenar los antojos de dulces (adicción a los hidratos de carbono).

“En los 'viejos tiempos', nuestros almidones eran todos los alimentos enteros, como los granos que no fueron procesados, y el arroz que no fue despojado de su fibra o blanqueado. En la modernidad, nos convertimos en la cultura de los alimentos procesados y azucarados, con dietas altas en almidón que nos están haciendo daño”  , enfatizó el investigador, para quien “la gente no obtiene lo que los carbohidratos son en realidad; no perciben que las verduras tienen carbohidratos y sin embargo pueden comerse libremente, ya que no tienen un efecto negativo en el azúcar en la sangre ”.

Como decían las abuelas, "todo con moderación". Con control, no es necesario eliminar completamente los carbohidratos de la dieta; la clave está en aprender a manejarlos.