Verónica Artola: ‘El BCE proyecta que el PIB crecerá 0,2% este año'

Verónica Artola, gerenta del Banco central del Ecuador. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Verónica Artola, gerenta del Banco central del Ecuador. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Verónica Artola, gerenta del Banco central del Ecuador. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

¿Cómo va la economía nacional hasta ahora?

La proyección de crecimiento era del 1,4% para el 2019, pero ajustamos a la
baja esa proyección y ahora es del 0,2%.

¿Por qué?

Siempre dijimos que las medidas (de ajuste) iban a desacelerar la economía. De acuerdo con la información que tenemos, no vamos a entrar a campo negativo. Habrá desaceleración, pero no decrecimiento ni crisis, como dicen algunos analistas.

¿Qué factores explican ese 0,2%?

Hay variables positivas. En abril crecieron los depósitos, el crédito y el consumo de hogares. El índice de confianza empresarial tiene perspectivas positivas.

¿Qué variables explican la desaceleración?

La inflación seguirá con tasa negativa. Todavía tenemos más importaciones que exportaciones. Por eso es importante que las reservas internacionales crezcan. Ojalá el precio del petróleo nos acompañe y también exista un aumento de la producción de crudo, aunque hasta ahora ambas variables no han tenido mayores cambios.

¿Cuánto pesa la actividad minera?

En algún momento tenía un peso importante, pero los resultados se han dilatado. Hace año y medio veíamos a la construcción y a la minería como las actividades que más iban a impactar, pero ahora no y, por eso, tenemos un ­crecimiento del 0,2%. Estamos cautos, viendo cómo se comporta la minería debido a los frentes políticos, ambientales y regulatorios que enfrenta la actividad.

En cuanto a las reformas, ¿cuáles son más urgentes?

Yo puedo hablar por las reformas monetarias, pero antes de contestar esa pregunta hay que entender por qué estamos haciendo estos cambios. Estamos buscando más institucionalidad en el país, que perdure en el tiempo y en esa línea nos hemos enfocado en la visión 2027 del BCE, de nuestros primeros 100 años de vida, de banco centenario. Hay tres elementos básicos: ser el custodio de la dolarización, ser un ente autónomo e independiente, y ser ese tercero confiable que entrega estadísticas a tiempo.

¿No existen esos pilares actualmente?

Es complicado, porque incluso legalmente somos un brazo del Ejecutivo.

¿Se necesita una reforma para cambiar eso?

Sí, pero se debe aclarar que no se hace porque vino el FMI. En estos dos últimos años hemos realizado acciones para fortalecer a la entidad. Hemos recuperado del Ministerio de Finanzas USD 162 millones y de la banca pública, 149 millones. Hasta fin de año nos pagarán otros 233 millones. Ha sido un esfuerzo político decir: “el BCE ya no va a prestar al Ejecutivo”. El Presidente de la República apoyó ese cambio e incluso recuperamos recursos.

¿Cuánto dinero falta por recuperar?

USD 2 891 millones de Finanzas y 1 833 millones de la banca pública.

¿A qué plazos están esos bonos?

Con Finanzas, el 90% vence en el 2026 y con la banca pública, en el 2024. Hemos tratado de que el cronograma de desinversión no coincida con años complicados para el Fisco, para que el Ministerio de Finanzas no tenga presión en el momento del pago.

¿Qué contiene la reforma legal?

Hemos venido trabajando durante estos tres meses en una reforma al Código Monetario. Proponemos que el libro monetario sea liderado por el Banco Central y los otros dos libros queden para una segunda fase.

¿Qué significa que el tema monetario sea liderado por el BCE?

En el ejemplo, si se quiere cambiar las tasas de interés, el encaje bancario o el coeficiente de liquidez doméstica, el BCE hace el análisis técnico, pero la Junta decide. Ahora la idea es que el Directorio del BCE tome esas decisiones. Ese Directorio estará formado por cinco miembros, que serán nombrados por el Presidente de la República. Esa es la propuesta que estamos trabajando y que tiene el acompañamiento del FMI. La junta seguirá existiendo, pero a cargo de la regulación financiera, de valores.

Si los miembros del Directorio del BCE son nombrados por el Presidente, ¿cómo se puede hablar de autonomía?

Para ello se ha previsto que entre los requisitos estén, por ejemplo, que los miembros no tengan injerencia en una institución financiera privada o de la economía popular y solidaria, juicio coactivo con la banca cerrada o miembro del Directorio de una entidad financiera en los últimos seis años.

¿Cuándo estará lista la reforma?

Hasta finales de junio esperamos, como BCE, el borrador para empezar el debate dentro del Ejecutivo. Finanzas debe definir cuándo se enviará a la Asamblea. En todo caso, la reforma debe estar aprobada este año y arrancar en enero del 2020 con un nuevo BCE.

¿Qué se propone para que el BCE sea el custodio de la dolarización?

Proponemos volver a los cuatro balances. Así garantizamos que los depósitos en el BCE estén cubiertos al 100%. Al 31 de mayo, las reservas bordeaban los USD 4 100 millones.

¿Cómo lograr que se mantenga esa cifra?

Esperamos que con el apoyo de multilaterales sigan viniendo recursos para fortalecer más las reservas. La idea es que hasta el cierre del plan con el Fondo acumulemos reservas por 12 000 millones.

Hasta fin de año, ¿cuál es la meta con el FMI?, ¿se ­pidió revisar la cifra?

USD 4 999 millones en reservas. Pedimos que se revise la metodología de cálculo de las reservas netas, que es un concepto que usa el Fondo, porque nosotros solo tenemos las reservas brutas. Está en definición a nivel de equipo técnico y Directorio del FMI. El Directorio se reunirá el 26 de junio.

Hoja de vida

Estudios. Es economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Tiene una maestría en Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Experiencia. Fue docente en la PUCE. Desempeñó funciones en la Senplades, Ministerio de la Política Económica.

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