El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó este jueves su “descontento” por la falta de avances en las negociaciones de paz en Ucrania durante una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
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“Tuvimos una llamada. Fue bastante larga y hablamos sobre muchos temas, incluido Irán. También conversamos de la guerra con Ucrania y no estoy contento sobre eso, no lo estoy”, declaró Trump ante la prensa antes de abordar el avión presidencial Air Force One con destino a Iowa.
Putin rechaza presión para detener el conflicto
Cuando los periodistas insistieron, el republicano aclaró: “No, no logramos ningún progreso con ellos”.
Según el relato del Kremlin, Trump le pidió a Putin que detuviera las hostilidades en Ucrania, pero el mandatario ruso respondió que no renunciará a sus objetivos.
“Rusia no se desviará de sus objetivos”, afirmó el asesor presidencial de política internacional, Yuri Ushakov, en una rueda de prensa telefónica.
La conversación telefónica, que duró casi una hora, ocurrió poco después de que Washington decidiera suspender algunos envíos de armas a Ucrania tras revisar su gasto militar.
Ambos líderes ya habían conversado el pasado 14 de junio, en la que fue al menos la sexta llamada entre ellos en lo que va del año, coincidiendo con el cumpleaños número 79 del mandatario estadounidense.
El Congreso aprobó el megaproyecto fiscal de Donald Trump
El Congreso de Estados Unidos aprobó este jueves el plan fiscal y presupuestario promovido por Donald Trump, tras una votación ajustada en la Cámara Baja, donde obtuvo 218 votos a favor y 214 en contra. Solo dos republicanos rompieron filas, pese a las amenazas del expresidente.
El proyecto, que ya había sido aprobado en el Senado con el voto de desempate del vicepresidente JD Vance, será promulgado este viernes, coincidiendo con el Día de la Independencia. Trump y sus aliados celebraron el resultado como un logro histórico, mientras los demócratas intentaron retrasar la votación sin éxito.
La ley hace permanentes los recortes fiscales aprobados en 2017, reduce en cerca de 1 billón de dólares el financiamiento de programas sociales como Medicaid y SNAP, e impulsa una política migratoria más estricta con 170 000 millones de dólares en inversión. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que la medida recortará entre 4 y 5 billones de dólares en ingresos federales en la próxima década.
La Casa Blanca atribuyó el éxito de la aprobación a Trump, mientras persisten críticas por el impacto económico y social del plan.