La próxima semana estará listo plan para cerrar la Supercom

Edison Toro, superintendente de Comunicación e Información encargado, dio detalles del cierre.

Edison Toro, superintendente de Comunicación e Información encargado, dio detalles del cierre.

Edison Toro, superintendente de Comunicación e Información encargado, dio detalles del cierre. Foto: Cortesía Supercom

Después de que el miércoles 20 de febrero de 2019 se publicaran las reformas a la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) en el Registro Oficial, las disposiciones empiezan a ser aplicadas por las autoridades.

Una de ellas tiene que ver con el cierre de la Superintendencia de Comunicación (Supercom), considerada como un órgano de censura por quienes defienden la libertad de expresión.

Para que eso se concrete, “no se requiere ninguna nueva decisión, no se requiere reglamento. Está ordenado ese cierre por la Ley y tiene que empezar”, explicó la ministra del Interior y secretaria de la Política encargada, María Paula Romo.

Según Édison Toro, titular encargado de la Supercom, el proceso no tomará más allá de seis meses, tal como lo estipula la reforma legal en sus transitorias.

El funcionario prevé presentar la próxima semana el plan de cierre, al tiempo de cursar comunicaciones a los ministerios de Trabajo y Finanzas e Inmobiliar, entre otras instituciones.

“Si todos hacemos las tareas a tiempo, yo creo que incluso antes de los 180 días se podría cerrar”, sostuvo.

El Superintendente encargado mencionó que el punto “más sensible” es el destino de los 230 empleados que tiene este organismo a escala nacional.

La propia reforma permite que los funcionarios con nombramiento (107) puedan ser reubicados en el Consejo de Regulación de la Comunicación y la Información (Cordicom).

Para los demás, que tienen contratos ocasionales o provisionales, las partidas serán suprimidas por el Ministerio de Trabajo.

Otro de los puntos se relaciona con los equipos que tiene este organismo, es decir, con los activos, aunque la institución no posee bienes inmuebles.

Toro aclaró que la Superintendencia no tiene edificios propios ni siquiera para el que emplea como su matriz, al norte de Quito.

Los contratos de arrendamiento de los inmuebles, precisó el funcionario, se terminarán al momento en que esté finiquitada la operación de este organismo.

Toro recordó que desde el momento en que asumió la Superintendencia, no puso objeciones a que se elimine esta institución.

“Siempre creí que una institución que controla, que sanciona la comunicación, la libertad de expresión, no tiene sentido que exista, yo veo positivo la reforma y su eliminación”, dijo.

Carlos Ochoa, quien le antecedió en el cargo, afronta un proceso penal por haber alterado parte del contenido de la Ley para aplicar sanciones a emisoras de radiodifusión.

Ochoa se encuentra prófugo de la justicia en Bolivia, país al que ha solicitado refugio, según las autoridades. Además, fue censurado por la Asamblea, lo que lo inhabilita de volver a ejercer cargos públicos.

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