Carlos Eugenio. Dirigente barrial de Ambato.
La difícil situación económica, la falta de empleo y el ingreso de personas de otros países nos está afectando a todos. Por eso, las 300 familias que vivimos en nuestro barrio Andiglata, al oeste de Ambato, nos organizamos para luchar contra el hampa.
Hace dos años, instalamos alarmas para que sean activadas en caso de un robo, pero esto no dio resultados. Los vecinos hicieron mal uso y la gente se cansó de salir por las falsas alertas. Ahora estamos organizándonos nuevamente para evitar robos.
En los operativos tratamos de evitar que personas desconocidas caminen por la zona. Cuando hay algo damos aviso a la Policía. Ellos nos ayudan en el control.
Planteamos que en los patrullajes los uniformados no solo pasen por el sector, sino que conversen y se hagan amigos con los vecinos para que conozcan los problemas del barrio. Ahora ellos nos están capacitando para integrar las brigadas de control nocturno. Vamos a reactivar el sistema de alarmas, pero que se manejen con responsabilidad para no dar una falsa alarma.
Creo que esto debe aplicarse en todos los barrios y ciudadelas.