Yessenia Rosas, madre de Samuel Chambers, viajó a Quito para estar presente en un homenaje realizado al activista. Foto: Diego Bravo/ EL COMERCIO
El pasado 28 de octubre se cumplió un año de la desaparición del activista quiteño Samuel Chambers, cuyo cadáver fue hallado el 7 de noviembre del 2017 en una quebrada de Guápulo.
El pasado fin de semana, en la Asamblea Nacional, la organización Desaparecidos Ecuador (Desendor) lo recordó durante un emotivo homenaje en el que estuvo la madre de la vÃctima, Yessenia Rosas. Ella vive en Argentina y viajó para estar presente. Ella cuenta su testimonio de cómo ha vivido el último año sin Samuel:
“Con mi hijo tenÃamos una conexión muy especial, siempre estaba pendiente de él. Éramos cómplices. No usaba teléfono celular y cuando se desaparecÃa lo llamaba con la mente. Desde mi interior le preguntaba ¿dónde estás?, le pedÃa que vuelva a casa y él inmediatamente estaba allÃ. Por eso, en los dÃas de su desaparición, tuve un ataque de pánico y convulsiones. Ocurrió entre el 27 y 28 de octubre del 2017 cuando se conoció la noticia de su desaparición. Estuve hospitalizada, botaba espuma por la boca.
Es muy difÃcil aceptar lo que pasó, me cortaron parte de mi corazón. Era mi hijo mayor. Yo vivo en Argentina con sus hermanos menores. Él tenÃa previsto viajar a ese paÃs para estudiar Artes en la Universidad de Buenos Aires, pero apareció la opción de seguir agronomÃa en Ecuador y estaba en ese trámite. Hablábamos mucho, nos comunicábamos sobre el tema de sus estudios. Ese era su propósito.
Más allá de eso, su vocación fue el arte, la escultura, la pintura. LeÃa mucho, principalmente cuentos.
La última vez que conversamos me dijo estaba alistándose para viajar a Argentina. Luego vino la mala noticia, una situación muy terrible.
Lo recuerdo como alguien muy cariñoso. Me llevaba flores cuando iba a casa. Las recolectaba para obsequiármelas. Lo hacÃa también para mi madre. Era muy generoso.
La muerte de mi hijo no puede quedar en la impunidad. Le exijo a la PolicÃa que si ellos no tienen el personal apto para realizar las pericias, pidan ayuda internacional de peritos o antropólogos extranjeros. Es una vergüenza que existan este tipo de muertes y sigan en la impunidad. No puede ser.
Solicitamos que la muerte de mi hijo y otros casos de desaparecidos se esclarezcan. Se trata de gente con familia, con sueños, esperanzas que amaban su vida”.