'Hoy son los buses, mañana será un chofer muerto' dijeron extorsionadores a transportistas en Guayaquil
Este 18 de noviembre, al amanecer, balearon tres unidades de transporte. Foto: Cortesía
El mensaje del papel los dejó helados. Un número de teléfono, un texto amenazante con faltas de ortografía y la huella polvorienta de una moto en la vía confirmaban hace una semana que los choferes de la Línea 116, de Guayaquil, pasaban desde ese día a formar parte de las víctimas que dejan las extorsiones en el país.
En una reunión emergente de los miembros de la cooperativa se decidió no hacer caso a las extorsiones. Dos días después, dos muchachos en moto pasaron a hacerle fotos a uno de los buses en la estación, ubicada cerca de la Entrada de la 8, una zona donde habitan familias de escasos recursos al noroeste de Guayaquil.
El miércoles pasado, llegaron a disparar el parabrisas de esa unidad y, hoy, 18 de noviembre, al amanecer, balearon otras tres unidades.
Videos de horror
Celín Córdova es dueño de uno de los dueños de las unidades atacadas. Confesó esta tarde a EL COMERCIO que la banda de extorsionadores se identifica con el grupo delictivo Los Tiguerones y que no han puesto ninguna denuncia por miedo.
A través de redes sociales se viralizó el video del atentado. Entran nueve delincuentes a una de las unidades. Celín Córdova contó a este medio que el conductor, que en ese momento estaba por salir, resultó herido y casi pierde un ojo.
En uno de los audiovisuales, se ve cómo los delincuentes entran con armas de fuego y armas blancas a intimidar al conductor. Se roban algunas monedas. En otro, hay varias motos que rodean intimidantes las unidades, como buitres hambrientos.
Ya en un reporte anterior, este medio contó que el presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Ecuador, Christian Sarmiento, confirmó que las vacunas, como se conoce a las extorsiones, llegaron a la ciudad hace algunos meses.
De hecho, el gremio afirma que los sectores más conflictivos en la capital de la provincia del Guayas son la Brahma, la Ladrillera y en general los más alejados de la zona urbana.
Ceder para no morir
Luego del ataque dejaron otro mensaje. “Hoy son los buses, mañana será un chofer muerto”. La cooperativa 116 ha reunido a sus miembros nuevamente. Quieren ceder a las extorsiones. Córdova confiesa que ha intentado comunicarse con el número que dejaron, pero que es internacional y no ha logrado el contacto.
Con la decisión de ceder a las amenazas, este grupo de transportistas también se suma a otros que están siendo vacunados en Guayaquil. Cada bus, para que se tenga una idea, tiene que entregar USD 50 mensuales. Hay cooperativas que poseen hasta 100 unidades, confirmó el líder del gremio.
El tener que pagar no los alienta. Tienen deudas acumuladas desde la pandemia y la recesión por la inseguridad ha calado hondo en las finanzas, pero prefieren ceder a ser asesinados.
Miedo y ruego a la autoridad
La línea 116 tiene 26 buses que recorren toda la Casuarina (noroeste) y se dirigen al centro de Guayaquil. Los choferes, sin embargo, no quieren salir, por miedo. Por eso piden resguardo.
La Policía, luego del atentado, acudió a tomar datos y el tema está siendo investigado, pero los autodenominados Tiguerones no dan tregua. Los choferes temen otro ataque.
Este caso se suma al de Jimmy Chuchuca, quien fue secuestrado en el bus que conducía el pasado jueves 22 de septiembre, en Durán. Lo asesinaron. Pedían un rescate de USD 200 000, que la familia no pudo costear.
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