Gobierno decide mantener seguridad de la Asamblea en manos de FF.AA.

El gobierno ecuatoriano decidió que las Fuerzas Armadas continúen a cargo de la vigilancia de la sede de la Asamblea Nacional, medida que fue tomada a raíz de una rebelión policial el 30 de septiembre de 2010, anunció la Presidencia este martes.

El mandatario Rafael Correa prorrogó por dos meses el decreto de "estado de excepción en las instalaciones de la Asamblea", el cual faculta a los militares para hacerse cargo de la vigilancia en el edificio, que estaba en manos de la Policía antes de la sublevación.

La medida, que ha sido prorrogada en sucesivas ocasiones, señala que ésta se tomó debido a que algunos policías "distorsionaron severamente o abandonaron su misión (...) y por ende sus deberes, mediante la insubordinación".

"A pesar del proceso intensivo de recomposición institucional del sistema de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido superar, lo que podría generar gran conmoción interna si es que la Asamblea no pudiese ejercer a plenitud" sus atribuciones", añadió el texto.

Correa tiene previsto acudir este miércoles al Congreso para presentar su informe anual de labores.

Durante el estado de excepción, que se puede declarar en caso de conmoción interna, el presidente está facultado para suspender o limitar derechos ciudadanos como la inviolabilidad de domicilio y disponer la censura previa en la información de los medios y el empleo de la fuerza pública.

El 30 de septiembre de 2010, cientos de policías se sublevaron contra una ley que reformó su régimen salarial, en protestas que dejaron 10 muertos y 274 heridos.

Entonces, Correa denunció una intentona golpista y decretó el estado de excepción a nivel nacional, que luego fue limitado a Quito y posteriormente a la sede del Legislativo.

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