Las primeras versiones ubicaron a Roxana Montaña Medina, de 34 años, víctima del atentado, en el balcón de su vivienda. Pero sus familiares dicen que estaba dormida. Y su cuerpo terminó en la calle “con ropa de dormir” tras la explosión que estremeció el sector conocido como la Calle 8, en el Cristo del Consuelo.
Tras la detonación de la madrugada del domingo 14 de agosto de 2022, su familia comenzó a velar su cuerpo la mañana de este 15 de agosto, en el sur de Guayaquil.
Los cinco fallecidos son “víctimas colaterales” del “ataque terrorista” con un saco de explosivos caseros en la Calle H y Décima. Así lo confirmó el general Victor Hugo Zárate, comandante de la Zona 8 de la Policía, mientras que aún se investigan posibles vinculaciones del hecho con los 17 heridos del atentado.
Víctimas de ataque terrorista
Los empleados de una funeraria trasladaron el cuerpo de Roxana al sector de Cristo del Consuelo, a una cuadra de la zona cero, en medio del dolor y el desconcierto de familiares que dicen desconocer los motivos del atentado.
“Era una persona inocente que nada tiene que ver con delincuentes, nadie sabe porque hicieron estallar las casas”, dijo Crsitian Barrios, expareja de la víctima. El artefacto artesanal de gran poder explotó afuera de su vivienda. Y ella deja dos hijos en la orfandad.
“La casa quedó totalmente destruida y no tienen donde dormir, ni con qué vestirse, prácticamente destruyeron todo”, indicó Barrios. También dijo que se han costeado los gastos fúnebres gracias a la solidaridad de parientes, sin que las autoridades les hayan ofrecido ayuda. Los técnicos del Ministerio de Inclusión Económica y Social hablaron con la madre de la víctima, desconsolada en llanto y quien resultó también con heridas.
Mientras que el cuerpo de Jean Carlos Campusano Flores, de 26 años, es velado en el Suburbio Oeste de Guayaquil. Los vidrios de las ventanas se incrustaron en su cuerpo, tras la detonación que dejó ocho viviendas afectadas (tres destruidas).
Cecilia Flores, madre de Campusano, indicó que su hijo asistió a una fiesta en la Calle 8. “Los vidrios le impactaron en el pecho y en el cuello, no había ni una ambulancia o alguien que ayude a mi hijo”, dijo la mujer. Las instituciones de respuesta taradaron en llegar a la escena, por lo que familiares tuvieron que trasladar a heridos en autos particulares.
Discoteca y comedor nocturno
Entre los heridos y víctimas mortales están quienes acudían a una discoteca clandestina en la zona y a un local de venta de comida para los trasnochados. En el comedor se encontraban Ana Lucía Narvaez Narvaez, de 42 años y Walter Álava Silva, de 41 años, otros dos de los fallecidos.
Mientras en el “bailadero” de salsa sin permisos municipales se encontraba Vicente Agustín Loor, de 41 años, la única víctima con antecedentes penales: registra una detención en 2010 por tenencia y tráfico de drogas. Ocho de los 17 heridos fueron dados de alta, mientras que dos se encuentran en condición crítica.
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