Jorge Castro. Alumno U. Católica de Guayaquil.
Como estudiantes universitarios nos sentimos preocupados por los altos niveles de inseguridad que se observa en la universidad.
Los asaltos y los robos fuera del campus son frecuentes en horas de la noche, con los compañeros que salen a pie o los compañeros que salen con sus vehículos por las avenida Carlos Julio Arosemena. Hay muchos casos de secuestro exprés de alumnos que, lamentablemente, tomaron un taxi en el exterior de la universidad. Las chicas se suben y a los pocos metros son interceptadas por otros vehículos, con la complicidad del taxista.
Todo eso nos causa mucho temor e incertidumbre, porque no se sabe en qué momento le ocurrirá a cualquiera de los compañeros o a uno mismo.
Meses atrás, la universidad firmó un convenio con la Policía para que esta preste más seguridad. A través de ese convenio se adecuó en el interior de la universidad un puesto de Policía Comunitaria y se asignó a un grupo de uniformados para la vigilancia permanente.
Eso ha servido mucho, porque sentimos que se han reducido los robos dentro de las instalaciones. Aquí había gente desconocida que ingresaba a las aulas y se sustraía de todo. El problema es que los asaltos se siguen dando en el exterior. Creo que la Policía también debe vigilar afuera.