Entrevista a Glenda Ruiz, directora de asuntos externos para Itabsa y Proesa, sobre el comercio y consumo de cigarrillos de contrabando en Ecuador.
¿Cómo están manejando el tema del contrabando del tabaco en el Ecuador?
El último estudio realizado a diciembre del 2020 sitúa al contrabando de cigarrillo en sus máximos históricos, representando el 79% de participación del mercado. Esto quiere decir que hoy por hoy ocho de cada 10 cigarrillos que se consumen o se comercializan en el país son de contrabando. Desde la industria tabacalera vemos con mucha preocupación considerando que esto representa un crecimiento de más de 70 puntos porcentuales en los últimos seis años, si tomamos como base el 2014, cuando este nivel de ilícito se situaba en el 5,4%.
¿Qué hacen ustedes frente a esto?
Este problema lo tenemos desde hace seis años atrás. Estamos en continua colaboración, apoyando los esfuerzos de las autoridades, para fortalecer tanto el control al interior del país como en la frontera. Es así como, por ejemplo, brindamos continuamente, entrenamiento a estos oficiales de control, para que ellos puedan reconocer de una manera más fácil una cajetilla legal de una ilegal.
¿Cómo se reconoce?
Desde el 2012, por disposición de la Ley Orgánica para la Regulación y Control de Tabaco se dispone que todas las cajetillas que se comercialicen en el país deben llevar en el 70% de las caras principales advertencias de salud y pictogramas sobre los efectos nocivos del tabaquismo al consumidor. Hoy por hoy vemos que el 79% del producto no cumple con esta disposición. Las marcas legales cumplimos a cabalidad lo que dice la norma, pero otros no. El contrabando es un delito que nos afecta a todos, porque genera desempleo, pérdidas, financia a mafias organizada. Con el contrabando perdemos todos.
¿Cómo más se puede reconocer al producto ilegal?
Otra forma de reconocer es a través del precio de venta sugerido al público. En Ecuador, solo por concepto de impuestos, toda cajetilla de 20 unidades tiene que pagar o generar aproximadamente USD 3,80 del IVA. Por lo tanto, todas las cajetillas que se comercialicen por debajo de este valor presumiblemente son de contrabando, porque no están pagando los impuestos correspondientes. Se puede ver cómo las marcas chinas participan en el 68,5% del mercado y se venden a precios tan cómodos de USD 1,50. El 70% de estas marcas ilegales se comercializa en puestos de venta, un 10% a través de charoleros o personas en las calles. Además, el 80% de consumidores afirma que compra marcas ilegales debido a su precio. Ese es el grave problema o la causa principal de lo que tenemos hoy en Ecuador, que es un incremento exponencial de cigarrillos de contrabando.
¿Ustedes han hablado con las autoridades de control?
Nosotros reconocemos y aplaudimos todos los esfuerzos que hacen las autoridades. Esto es competencia de muchas autoridades, como aduanas, para hacer controles. Ahora, incluso el Legislativo está tratando una ley integral de combate al comercio ilícito. El año pasado, al Ecuador ingresaron ilegalmente 1 600 millones de unidades de cigarrillos. Esto representa 167 contenedores. El año pasado, las autoridades lograron decomisar el 2% de este volumen, equivalente a tres contenedores. Se ha hecho mucho, pero queda muchísimo por hacer.