El cadáver del migrante ecuatoriano Marco Bonilla Tizaleno fue rescatado del río Bravo; el padre de familias de 24 años se ahogó en ese afluente, en su intento por cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Bonilla, junto con su esposa de 23 años y su hijo de 5 años, decidió dejar su natal Pujilí (provincia de Cotopaxi) para buscar otro porvenir en Estados Unidos.
Sin embargo, cuando caminaban por Coahuila, frontera entre México y EE.UU., se percataron de que agentes de migración los vieron y para no ser detenidos el padre de familia se lanzó con su hijo al río Bravo. Pero el caudal del río lo arrastró y se comenzó a ahogar.
Testimonios
Según contó la esposa, ella se lanzó al río para salvar a su hijo y a su pareja. Cuando puso al pequeño en una roca ya había perdido de vista a Marco. Esto sucedió el 1 de febrero de 2023.
Antes los gritos de ayuda, un grupo de rescate mexicano los sacó del sitio con síntomas de hipotermia. La mujer y el pequeño, quien vio cómo su padre moría ahogado, fueron trasladados a una casa de salud para su recuperación.
Se conoció que Marco se endeudó para pagar USD 28 000 para llegar a Estados Unidos. Esto lo contó el hermano del ahora occiso a Ecuavisa.
Otro hermano también contó que Marco y su familia partieron el 2 de enero desde Ecuador, junto con otras siete personas.
Durante 2022, al menos 83 migrantes murieron en el río Bravo, según datos del Instituto de Migración.
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