Disputa de territorios para venta de droga ya deja víctimas en Quito

Policías reforzaron la seguridad en La Ferroviaria, tras el doble asesinato el 17 de abril. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El último asesinato se registró en Carapungo, en el norte quiteño. Una mujer de 40 años falleció tras recibir impactos de bala en su rostro y pecho. Los atacantes dispararon desde el interior de un auto.

La Policía trata el caso como una “disputa de territorios” entre bandas rivales dedicadas a la comercialización de drogas en la zona. En el parte se indica que la mujer era sospechosa de vender estupefacientes al por menor (microtráfico), en la calle Galo Plaza.

El expediente del caso advierte que el viernes último ella salió de su casa porque había sido citada por un desconocido. Él le había indicado que dos clientes querían comprar droga y la llevó a una calle secundaria. La mujer fue acribillada cuando se acercó al carro. Testigos relatan que en su interior había dos hombres.

Durante el levantamiento del cadáver, los agentes encontraron bolsas con marihuana en la calle. La Policía además revisó los antecedentes penales y constató que había tenido siete detenciones previas por tráfico de estupefacientes y por un delito de hurto. “Tenía medidas cautelares cuando fue víctima del crimen”, indicó el comandante de la Policía en Quito, César Zapata.

Los agentes buscan conocer si esta muerte guarda relación con el asesinato de un hombre en el sector del Llano Grande, también en el norte.

La víctima fue acribillada en abril último, en la puerta de una mecánica, mientras esperaba el arreglo de una motocicleta. El caso está en indagación previa. La línea de investigación apunta a una relación de la víctima con organizaciones narcodelictivas, que buscan ganar presencia y fuerza en el norte de la ciudad.

En los siete primeros meses de este año ya se registran 81 muertes. La cifra es superior en comparación con el mismo periodo en años anteriores.

La mayor cantidad de muertes violentas en Quito, 64%, se da por violencia interpersonal; es decir, riñas. Mientras que 36% es por acción criminal. En este porcentaje se cuentan las muertes por microtráfico.

Zapata confirmó que existe actualmente una disputa entre bandas rivales por tener el control de la venta de drogas.

Además, indicó que existen puntos focalizados en los que ya trabaja la Policía. En Quito se identificaron 27 zonas con problemas crónicos de inseguridad donde se reforzó la presencia de los agentes. “Allí intervienen las unidades para desar­ticular las organizaciones dedicadas al microtráfico”.

Informes oficiales indican que las facciones en disputa son locales; es decir, que controlan una parte de la ciudad. Sin embargo, ya existen indicios de que mafias de Guayaquil estarían apoyándolas para ganar territorios. En un proceso judicial que se abrió por la muerte de dos personas en La Ferroviaria, el 17 de abril, en el sur, se recogieron testimonios que nombran a Los Lobos como parte de las facciones en disputa. Esta organización lucha con Los Choneros por el control de las cárceles en el país y también por las rutas de la droga. La Policía antimotines
reforzó los patrullajes por dos meses en el sector, para evitar nuevos episodios de violencia.

Además, se busca conocer si los perpetradores de un doble crimen en la vía a Pifo, en el que incluso se usaron rifles de asalto, tenían nexos con bandas que operan en provincias costeras . Este asesinato se produjo en junio último. Las víctimas venían de Santo Domingo.

Este año también se produjeron otras dos muertes violentas en el sur. En ambas, los atacantes estudiaron a sus víctimas y utilizaron motocicletas para huir luego de dispararles. También se investiga si los fallecidos tenían que ver con la entrega de droga al menudeo en Turubamba, donde ocurrió uno de los decesos. Ahí hay paredes pintadas con nombres de organizaciones delictivas. Cerca, en Santa Rita, aparecieron murales en los que se observan hombres armados y colores de la bandera de México.

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