El 34,7% de asaltos no se denuncia por desconfianza en la justicia

En los juzgados de Contravenciones de La Mariscal (norte de Quito). Los usuarios llegan a presentar denuncias por robo de teléfonos celulares, billeteras, carteras, etc. Foto: EL COMERCIO

En los juzgados de Contravenciones de La Mariscal (norte de Quito). Los usuarios llegan a presentar denuncias por robo de teléfonos celulares, billeteras, carteras, etc. Foto: EL COMERCIO

Insulto tras insulto. “¡Suelta la maleta sino quieres que te mate!”, gritaba un hombre y el otro le apuntaba con un arma en la cabeza. Le arrebataron la maleta y retrocedieron. Otra amenaza enseguida: “Baja la cabeza. No me mires o te reviento”. Los hombres huyeron en un auto.

Julio C. (nombre protegido) temblaba y no reaccionó. Aún temeroso, al siguiente día llegó al Juzgado de Contravenciones que funciona en el mismo edificio de la Policía Judicial de Pichincha.

Allí denunció el asalto: “Caminaba por la acera, de pronto un carro se paró junto a mí, se bajaron dos hombres y me agredieron. Creyeron que en la maleta llevaba algo de valor, pero solo estaban mis documentos personales”.

En este Juzgado, al día ingresan hasta 120 denuncias por robo de documentos, celulares, etc.

Sin embargo, una encuesta que sobre 4 000 hogares de Quito levantó el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC), en enero de este año, revela que el 80% de los asaltos a personas no se denuncia.

Esto ocurre -según la investigación- por siete factores. El 34,7% de los afectados no lo hace porque no confía en la Justicia, el 15,7% por desconfianza en la Policía...

El director del OMSC, Daniel Pontón, dice que en el 2008 la cifra de víctimas que no trasladaba sus casos a los juzgados era del 85,5%. Este no es el primer estudio que hace revelaciones relacionadas con la Justicia. En febrero de este año se presentó en Quito el estudio ‘Cultura política de la democracia en Ecuador, 2010’, elaborado por la Universidad Vanderbilt de Estados Unidos.

Allí se indica que uno de cada cuatro ecuatorianos pagó algún soborno en los juzgados, durante el último año. Más del 37% de los usuarios de tribunales o juzgados encuestados en Ecuador se mostró“muy insatisfecho”. Y el 41% no confiaría en la Justicia si fuera víctima de robo o asalto.

Una funcionaria judicial que tramita denuncias en los juzgados de Contravenciones habla de procesos “tortuosos y lentos”, que “derivan en la impunidad”.

El juez de Contravenciones, Fabián Moreno, explicó que en pérdida de documentos, “el trámite es ágil”, aunque sostiene que en otros juzgados y en casos más graves el trámite “es un poco lento por la falta de personal y exceso de carga procesal”.

Mientras Julio C. presentaba su queja, 20 personas más esperaban el turno. Una mujer dijo que hace dos meses, tres encapuchados entraron a su casa y se llevaron dos computadoras, joyas, etc. El relato se interrumpió. Pidió que no publicara su nombre.

“Verá, no irá a poner quién soy, porque después me pueden matar”. Luego afirmó que cuando puso la denuncia le pidieron que dé el nombre de los sospechosos. “Cómo voy a saber eso. Más parece que se burlan de nosotros”.

En el artículo 50 del Código de Procedimiento Penal se pide que, “cuando fuere posible”, en las denuncias se incluyan los nombres y apellidos de los autores, cómplices y encubridores.

“Si no lo saben pedimos que hagan todo lo posible para que averigüen, que vayan a las UPC y busquen la mayor cantidad de datos”, sostuvo la funcionaria judicial.

En el libro ‘El funcionamiento de la justicia del Estado’, el jurista Farith Simon indica: “Como dan cuenta estudios, es ‘normal’ que (...) una denuncia se pierda debido a razones como autor no identificado, procedimientos lentos y engorrosos, carencia de pruebas, corrupción de funcionarios...”.

Por ello, el presidente de la Federación Nacional de Observatorios al sistema de justicia del Ecuador, Washington Moreno, dice que la entidad “ve con preocupación cómo se maneja la Justicia en el país” y aclara que “amerita un cambio total del sistema”.

La mujer que pidió no ser identificada clamó que la “Justicia sea más ágil”. Un hombre coincide con ella. A él le robaron su moto hace seis meses y hasta ahora no la recupera. “Presenté la denuncia, pero mejor no lo hubiese hecho, porque no hacen nada”.

En la encuesta de Victimización del OMSC se dice, además, que el 3% de los afectados no presenta la queja, porque desconoce procedimientos y el 26,3% por falta de tiempo. Estos dos factores inciden además en quienes quieren retirar las pertenencias que la Policía recupera en operativos y que los almacena en las bodegas (Marianitas-norte de Quito).

Los trámites duran hasta 90 días y la gente dice no saber cómo recuperar las cosas que les fueron robadas. Ya llevo tres meses -dice Sebastián H. (nombre protegido)- y no puede retirar la moto, porque nos piden papeles y tenemos que estar de un lado a otro.

Este Diario conoció que apenas el 30% de cosas recuperadas por los gendarmes es retirado por quienes logran justificar la propiedad de los bienes. El subjefe de la PJ, coronel Luis Moreno, dice que esto se debe a que en autos, por ejemplo, es difícil identificar, porque en muchos casos se han cambiado sus partes.

El juez primero de lo Penal, Guillermo Solís, no cree que la desconfianza se genera por el sistema de justicia, sino por el tipo de delito, es decir, robos de menor cuantía que no se denuncian.

Julio C. no tiene esperanzas de recuperar sus documentos y afirmó que denuncia solo para impedir que no se usen de forma ilícita. Y evoca más escenas del asalto: “Uno de los que me robaron era pequeño y gordo. Él era quien más me amenazaba con matarme si no le daba la maleta”.

La victimización creció

La Universidad Vanderbilt (Estados Unidos) refiere que en el 2006, el 47,6% de encuestados no se sentía seguro pensando en la posibilidad de ser víctima de un asalto o robo.

Para el 2010, el 46,6% sentía lo mismo. Así se midió la percepción de inseguridad. Es decir, en cuatro años, la percepción de los ciudadanos no varió.

La victimización, es decir, la cantidad de ecuatorianos que han sufrido un delito, creció nueve escaños en cuatro años.  

De 20% en el 2006 pasó a 29% en 2010. Eso puso a Ecuador, desde el año pasado, en la cúspide de victimización por crimen en América, detrás de Perú (31%).

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