El desconocido sacó una pistola de la mochila y amenazó a los pasajeros de un bus que circulaba por la avenida José Peralta, en el sur de Quito, el 11 de noviembre. Paola E. se encontraba en el vehículo y relata que tras escuchar insultos, observó que “el hombre guardó las golosinas en la maleta y luego sacó el arma de fuego”.
La mujer añade que está acostumbrada a ver que los comerciantes se suban a las unidades de transporte a trabajar, pero ese día no se imaginó que una “persona disfrazada de vendedor” suba con un arma de fuego para robar. “Él se llevó celulares y carteras”.
Según la Encuesta de Victimización y Percepción de Inseguridad, realizada desde diciembre del 2010 hasta mayo del 2011 por el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC), el transporte público ocupa el segundo lugar en la escala de sitios donde se cometen asaltos contra personas, con un 10,9%. En primer lugar están los que ocurren en la vía pública (67,7%) .
Paola relata que el armado vestía ropa nueva y tenía un peinado “extravagante”. “Como la gente estaba asustada, el chofer le pidió al desconocido que se bajara tras recorrer cinco cuadras. Lo peor fue que el conductor miró el asalto y no hizo nada. Sería bueno que las cooperativas de transporte se preocupen en proteger a los pasajeros de los autobuses”, precisa.
José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte de Quito, argumenta que el problema de la inseguridad en los autobuses se presenta por la falta de control de las autoridades en las ventas informales. “Hay personas que se disfrazan de comerciantes para subir a los buses y roban a los usuarios”, menciona el dirigente.
También indica que el artículo 139 de la Ley de Tránsito y Transportación Terrestre, emitida en el 2008, sancionaba al conductor que permitía el ingreso de vendedores informales, “pero esta medida se eliminó por pedido de los comerciantes minoristas”.
Carlos Castellanos, titular de la Federación de Comerciantes Minoristas de Pichincha (Fedecomip), sostiene que existen malos elementos que “se camuflan como vendedores para asaltar a los pasajeros”. Por eso, la organización presentó el 25 de octubre pasado una propuesta al Municipio de Quito. Esta consiste en implementar una ordenanza que permita trabajar a los comerciantes autónomos en el transporte y espacios públicos. Al ejecutarse esta disposición, dice el dirigente, se dará seguridad a la ciudadanía con la identificación de los miembros del gremio que preside.
En otro caso, Javier A. tomó un autobús en el sur de la capital para dirigirse a su universidad. Cuenta que el vehículo estaba lleno y se subió porque se atrasaba a clases. “Había mucha gente y no podía moverme. Luego de unos 45 minutos llegué a mi universidad y mientras caminaba me di cuenta que mi maleta tenía un corte diagonal de 12 centímetros. Por suerte solo me quitaron una calculadora”, manifiesta.
El OMSC refiere que la mayoría de robos (sin violencia) a personas ocurren en los servicios de transporte público con un 45,5% de denuncias. Mientras que los robos en la vía pública se dan en un promedio del 31,6%.
Para el jefe de seguridad del Trolebús, Santiago Aguilar, las horas denominadas pico son aprovechadas por la delincuencia para confundirse entre los usuarios y quitarles los teléfonos celulares, billeteras u otros objetos de valor.
“Los estudiantes son los más vulnerables para las personas que se dedican a este tipo de actividades”, señala en funcionario. Añade que para combatir ese problema la Policía Judicial y la Metropolitana trabajan en conjunto para frenar los robos y asaltos en las unidades de servicio público.
El informe del Observatorio Metropolitano menciona que los tipos de robos a personas más comunes en los servicios de transporte son los denominados carteristas, lanzas y haladores. El estudio muestra que en la modalidad haladores se registró un incremento del 80% en el período comprendido de enero a septiembre del 2011. Según la Policía, esta modalidad se presenta cuando un desconocido arrancha un objeto de valor a una persona que se sube a un bus.
En los robos tipo lanzas se registró el mayor incremento con un 228% en el mismo período. En esta modalidad, los desconoci-dos atacan cuando los usuarios se bajan de las unidades de transporte en las paradas.
La de los carteristas también registra un incremento del 31% en el mismo lapso. La Policía indica que esta modalidad es la más peligrosa porque los desconocidos arranchan las pertenencias de las víctimas con más violencia.
El dirigente de una compañía de transporte urbano dice que existen bandas que operan en distintos sectores de la ciudad. Agrega que los conductores se sienten “indignados” por este problema. “La ciudadanía nos califica de cómplices y nosotros nos sentimos víctimas porque nos afecta a todos”, sostiene el dirigente.
El Crnl. Juan Zapata, jefe de Operaciones del Distrito Metropolitano de Quito, señala que la Policía está manejando la seguridad en el transporte público con agentes de la Policía Judicial. Cuenta que “la colaboración de la ciudadanía es importante, mediante las denuncias se puede combatir a la inseguridad”.
El oficial dice que es imposible tener un policía en cada unidad de transporte público, pero la ciudadanía debe generar una conciencia de autoprotección y no exponerse en los buses.
Evite los robos
Si va a salir de compras, no tome los servicios de transporte público. La delincuencia se aprovecha de las personas que cargan fundas para arrancharles las carteras o sustraerse billeteras.
No vaya a sitios concurridos con niños. La delincuencia se aprovecha de que los padres están pendientes de los menores y abren las carteras para sacar dinero. También se llevan las bolsas con las compras realizadas.
No utilice servicios de transporte informales. Procure llamar a una compañía de taxis que sea de su confianza y no tome vehículos que no tengan los permisos para circular como taxis.
Al acudir al centro comercial, hágalo en compañía de varias personas. De esta manera la delincuencia se alejará de usted.
Punto de vista
Karina Gallegos / Peatona
‘Necesitamos más solidaridad’
La inseguridad en el trasporte público se ha satanizado. Resolver este tema es complicado porque resultaría imposible disponer un policía para cada bus.
La seguridad es un tema que le compete a los organismos e instituciones de seguridad como la Policía, pero los usuarios debemos ser precavidos.
Evitemos cargar cosas de valor en los bolsillos. Debemos estar atentos, las mochilas y bolsos siempre llevarlos en el pecho y no en la espalda.
La ruptura de la solidaridad social es un factor que influye en la inseguridad, ya que no buscamos el bien común. En ocasiones vemos cómo asaltan a otras personas con cuchillos, talvez una persona no pueda hacer nada pero si nos unimos, lo más probable es que el asaltante se baje del bus.