Con mayoría simple (11 votos) el Concejo Metropolitano de Quito elegirá, este 14 de mayo, a los dos vicepresidentes del Concejo. Esta decisión, importante para lo que será la próxima gestión municipal, dependerá de los resultados oficiales de las elecciones del 23 de febrero.
Estos datos finales, sin embargo, tardan en llegar. De las cifras de la web del organismo electoral ya se pudiera configurar el panorama político del próximo Concejo.
De las cuatro circunscripciones electorales que tiene el Distrito, tres (los urbanos) ya marcan una tendencia que, de mantenerse, entregaría ocho concejalías para Alianza País y siete para SUMA-Vive.
Mientras, el reparto de los seis puestos en la circunscripción rural aún está por decidirse. Del consolidado que muestra el CNE, se pudiera generar una sorpresa: el ingreso de un concejal de Creo. Tres serían por Alianza País y dos corresponderían para SUMA-Vive.
Esta situación determinaría que el partido de Gobierno tenga mayoría y, con ese marco, decidir quién ocuparía, por lo menos, la primera vicepresidencia. Situación esta que se relaciona con el reemplazo del próximo alcalde Mauricio Rodas, en caso de tener que ausentarse.
Pedro Mora es habitante de Tumbaco. Es un profesional que trabaja en una firma de ingenieros en Quito. Al referirse al escenario político que tendría la próxima administración municipal se limitó a manifestar que lo importante es la gestión que se desarrolle en el Municipio. “Obras y desarrollo es lo que queremos.
Lo político debe terminarse con las elecciones. Creo que vengan de donde vengan, los concejales deben pensar y priorizar el Distrito”.
Ángelo Sánchez, quiteño vinculado con el negocio de los libros, pide que por fuera de los planteamientos políticos “la ciudad necesita obras y emprendimientos destinados a mejorar la calidad de vida de los quiteños. Incluso priorizando la generación de empleo y de oportunidades”.
Sobre lo que ocurrirá en el Concejo, no pierde la esperanza de que se conforme un verdadero equipo de trabajo que saque adelante a la ciudad. “Es un beneficio para todos y que, sin duda, se verá reflejado en las próximas elecciones”.
Plantea que las obras deben ejecutarse a lo largo de los cinco años de administración municipal. Por ejemplo, se refiere al tema de los baches.
Hay calles y tramos de avenidas que están en mal estado que necesitan de una intervención en algunos puntos de la ciudad. “No pedimos que se arregle en un año, sino que se elabore un cronograma que cubra la ciudad. Tampoco debe dejarse para el final”, dijo.
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