De los USD 1 500 millones que cuesta el proyecto del metro, hasta la actualidad, se ha invertido un 5%. Estos recursos, que suman 75,4 millones, se han destinado a la primera fase.
Esta comprende la construcción de las estaciones de El Labrador y La Magdalena (norte y sur de Quito), cuyos trabajos empezaron el año pasado. Ninguna de las dos estará lista para mayo 14, cuando Mauricio Rodas asuma la Alcaldía.
Según Édgar Jácome, gerente de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito, ambas estaciones tienen un avance del 58% y se prevé que concluyan a fines de este año. En La Magdalena está lista la estación de superficie, la plaza-parque y se iniciará la construcción de un edificio que albergará una biblioteca digital y un espacio de servicios municipales.
Mientras que en El Labrador se trabaja en el subsuelo. Se cava el túnel por donde ingresará la tuneladora, se construye el vestíbulo donde se emplazarán servicios. Además, se comenzará a laborar en la superficie en los andenes para los buses.
En un recorrido realizado ayer, Augusto Barrera, alcalde saliente, destacó la importancia de las dos estaciones porque tienen varios propósitos. Por ejemplo, El Labrador será la estación de la línea 1 del metro, del nuevo corredor Labrador- Calderón y la nueva terminal del trolebús, que actualmente está en La Y. Según Barrera, se preveía a fin de año trasladar la estación a este lugar y empezar las operaciones del circuito hasta Calderón.
La fase 2 en licitación
La parte fuerte del proyecto aún está pendiente. Mauricio Rodas, alcalde electo, debe ejecutar la segunda fase, que se subdivide en obra civil y equipamiento. Aquí está principalmente la construcción del túnel de 23 km y las 13 paradas y la compra de los 18 trenes.
De esta fase, la licitación de la obra civil está lista. Los cuatro consorcios participantes deberán presentar sus ofertas hasta el 6 de junio. Según Barrera, los contratos para la fase 2, la fiscalización y el material rodante están encaminados para que Rodas tome la decisión.
El financiamiento
Edgar Jácome aseguró que el proyecto está totalmente financiado. De las cuatro entidades internacionales que ofrecieron USD 909 millones, con dos se han firmado los contratos: con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en noviembre del 2012 y con el Banco Mundial en diciembre del 2013.
Mientras que con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) están aprobados los créditos. No se han firmado contratos porque, explicó Jácome, hay compromisos que no tienen sentido pagar mientras no se inicie la obra. Rodas deberá convocar a licitación de los 18 trenes.
Subsidio
La línea 1 del metro prevé movilizar 400 000 pasajeros al día. Con una tarifa de 45 centavos generará en promedio USD 72 millones de ingresos anuales. Los costos de operación y mantenimiento se calculan en USD 45 millones al año.
Con estos, Jácome es categórico: “El metro no necesita subsidios para la operación”. Argumenta que los estudios técnicos han hecho esta proyección de costos. Estos han sido analizados por los cuatro organismos multilaterales.
Jácome aclara que el metro es autosuficiente para la parte operativa. No así en la cobertura de la deuda, que el 50% lo asume el Gobierno Nacional y el otro, el Municipio de Quito.
Los USD 27 millones restantes de los ingresos irán al Cabildo para aportar a la deuda.
Para César Arias, experto en tránsito, es muy optimista que se puedan solventar los gastos de operación con una tarifa de 45 centavos. Dice que de la experiencia internacional, la tarifa mínima debe ser de un dólar.
Arias recomienda que durante la transición se analicen temas como la demanda, cos tos de inversión y operación y debatir cuál sería la mejor opción para Quito. Arias dice que la preocupación debe centrarse en el valor inicial, pues, según estudios, en este tipo de sistema los costos suben en promedio hasta en un 50%. Ese excedente le tocaría asumir al Municipio.
En contexto
En el 2011 se presentaron los estudios de factibilidad del metro. El proyecto se divide en dos fases. La primera arrancó en enero del año pasado con la construcción de las estaciones El Labrador y La Magdalena. Está pendiente la fase 2.
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