Lo único que puede aliviar el estrés que genera estar todo el día detrás del volante es un buen partido de fútbol. Se trata de llegar al parque, saludar con los amigos, ponerse los pupos para dejar el alma en la cancha y gritar un gol.
De eso puede dar fe Germán Mantilla, de 52 años, quien trabaja como taxista desde hace 30. Cada semana se reúne con los compañeros de su cooperativa, en Carcelén, para hacer deporte.
Para ellos -bromea Germán– esto es como una droga que les permite aguantar hasta 14 horas enfrentando el tráfico insoportable de las calles capitalinas. Y les ayuda a resistir el despiadado e inclemente sol del mediodía.
En Quito hay cerca de 30 000 taxis regularizados, que pertenecen a 330 operadoras. Cada una suele organizar encuentros, tanto de fútbol como de vóley, en los parques de los barrios donde se ubica su sede. Pero, además, se realiza un gran campeonato entre cooperativas y compañías. De allí sale el ‘campeón amarillo’. Se calcula que el 20% de todos los miembros forma parte de algún torneo.
Volvieron a reunirse
La Unión de Taxistas de Pichincha está conformada por 190 cooperativas y siete compañías, y cada año organizan un campeonato. Debido a la pandemia, en 2020 y 2021 no pudieron jugar, pero este año retomaron la dinámica.
Incluso hicieron la inauguración en julio. Sin embargo, por cuestiones de bioseguridad y para no generar aglomeraciones, no eligieron a la reina de deportes, como acostumbran a hacer.
Son las 11:00 del martes 4 de octubre y los automóviles amarillos llenan las calles que bordean la cancha de césped sintético de Solanda, en el sur. Hay al menos una veintena de automotores.
En la cancha juegan nueve taxistas por equipo, y los hinchas los alientan desde afuera
A sus 52 años de edad, Fernando Cadena es presidente de la Unión. El dirigente relata que el jugador más joven tiene 19 años y el mayor está en los 70.
Los conductores saben que hacer deporte es bueno para la salud y les ayuda a mantenerse sanos. Sin embargo, admiten que juegan más por diversión.
El último año que organizaron el torneo (en 2019), resultó campeona la Cooperativa Cumandá. Además, eligen al mejor jugador de la cancha y al goleador. Los vencedores se llevan un trofeo y beneficios como, por ejemplo, cambios de aceite para sus vehículos.
En esta ocasión se inscribieron cerca de 400 compañeros del volante, casi la tercera parte de los que participaban antes de la pandemia. La razón principal es la situación económica.
Participar en el campeonato significa que, una vez a la semana, durante al menos dos horas, el taxista no saldrá a llevar pasajeros; es decir, recibirá menos ingresos. Y como luego de la pandemia algunos compañeros quedaron afectados, no pueden darse ese lujo.
Es una terapia
Carlos Brunis, representante legal del gremio, explica que el deporte es una terapia para el conductor y que le ayuda a soportar la presión de un oficio complicado.
Para participar en el campeonato, cada cooperativa debe inscribirse con USD 20. Pero antes, la Unión organiza una sesión para nombrar a la Comisión de Deportes, que es la que se encarga de contactar a las cooperativas.
Cada una debe enviar un delegado. Este es quien se encarga de organizar todo con sus compañeros, como por ejemplo la compra de los uniformes.
El gremio tiene registradas 1 500 mujeres, pero hasta el momento ellas no participan en los torneos. Esperan poder vincularlas ya para el próximo año.
Tan importante es el deporte para ellos, que en 2019 pudieron empezar a levantar un complejo deportivo, de 8 000 metros cuadrados, en Píntag. Allí, luego de las asambleas, los taxistas suelen jugar partidos de fútbol y vóley. Así, dicen, celebran sus aniversarios.
Visita nuestros portales: