Soterramiento de cables será diferente en el norte y sur de Quito

En la calle Valparaíso, en el sector de San Blas, los moradores no pueden apreciar el paisaje debido a los cables. Foto: Carlos Noriega / EL COMERCIO.

Las enredaderas de cables que se forman entre poste y poste se han convertido en parte de un paisaje urbano en Quito. Los ‘tallarines’ de cables tienen consecuencias estéticas y prácticas.

A pesar de contar con una vista privilegiada y ser considerado la ventana al Centro Histórico, los moradores del barrio de San Blas conviven con este problema.

Para Paulina Carvajal se volvió normal observar el cableado que invade los postes. Dice que la cantidad de cables se ha incrementado e incluso algunos cuelgan con pequeños nudos desde las ventanas de las casas o en las paredes. “Cuando antes eran cinco, ahora son hasta quince y en un mismo sitio. Creo que este problema aumentó con la pandemia y es peligroso porque como queda a la altura de las casas puede ocasionar accidentes, como ya ha sucedido”.

Chenoa Sánchez dejó su natal Ibarra para continuar sus estudios universitarios en la capital. Vive en el tercer piso de una vivienda que arrienda en este sector. Cuenta que impactada por la belleza del Centro quiso capturar algunas imágenes y cuando abrió la ventana se encontró con un enjambre de cables. “No se pueden tomar fotos porque los cables estorban y dañan la estética de la ciudad”.

En Solanda, otro punto de la ciudad, la situación es similar. María Montalvo afirma que en los postes de este barrio ya no hay dónde poner un cable más.

El poste que está ubicado al pie de la vivienda de María está cada vez más inclinado por el sobrepeso que generan los cables, principalmente de aquellos que no tienen ninguna función o no han sido retirados por las compañías de telefonía o Internet.

“Hace dos años también se presentó el mismo inconveniente. Personal de la Empresa Eléctrica (EEQ) acudió al lugar para arreglar los cables y ahora otra vez está virándose el poste”. La ciudadanía coincide en que las autoridades deben ejecutar el soterramiento de cables, como solución a este problema.

Plan de Soterramiento en Quito

Entre las calles Alemania e Italia, en el sector de la avenida República, la problemática era similar hace algunos meses. Sin embargo, desde abril de 2022 la EEQ inició los trabajos de obra civil que permitirán la reposición de redes, el incremento de nivel de voltaje y el soterramiento de las redes eléctricas.

José Luis Peña, ingeniero de Gerencia de Distribución de la EEQ, explicó que actualmente en esta zona se lleva a cabo el proyecto Carolina 1, que contempla la intervención de 17 manzanas, aproximadamente 7,6 km de canalización de soterramiento, incluido alumbrado público con conexión a los postes existentes.

El proyecto se ejecuta en respuesta al crecimiento de la demanda en los sectores de las avenidas República, Amazonas, Mariana de Jesús y 10 de Agosto.

Dice que hay tres razones para el soterramiento. Mejorar la calidad y continuidad del servicio eléctrico, que evita las desconexiones por descargas atmosféricas, postes chocados, fallas por contacto con vegetación y fauna; además de evitar la contaminación visual y mejorar la estética de la urbe.

Peña menciona que esta problemática se genera por los cables y equipos de telecomunicaciones y cables de televisión.

Imagen: EL COMERCIO.

Peña agrega que el objetivo es soterrar 62 km de sus redes en los próximos tres años. “Con el cambio las líneas eléctricas, que ahora irán bajo tierra, el voltaje aumentará de 6 300 a 22 800 y con un plan de inversión de USD 73 millones”.

En la actualidad, en el Distrito Metropolitano de Quito rige una Ordenanza Municipal que establece áreas de intervención. La zona A, que es de alta prioridad subterránea, comprende desde la calle Sodiro, sector La Alameda en el centro de Quito, hasta la Río Coca.

Mientras que en el sur no se realizará soterramiento. En este sector se ejecutará un reordenamiento de cables, que consiste en que los cables que corresponden a la empresa de telecomunicaciones se empaquetarán y en redes eléctricas se cambiarán las redes abiertas por redes ensambladas, para evitar que estén sueltos.

Nueva Ordenanza

Entre las calles Calisto del Pino y José María Alemán, en el sector de Solanda, los postes están abarrotados de cables. Foto: Carlos Noriega / EL COMERCIO.
Entre las calles Calisto del Pino y José María Alemán, en el sector de Solanda, los postes están abarrotados de cables. Foto: Carlos Noriega / EL COMERCIO.

Mónica Sandoval, concejala de Quito, explica que se está trabajando en una ordenanza municipal que propone que el soterramiento de las redes eléctricas sea obligatorio para todos los proyectos nuevos de urbanización en el territorio del Distrito Metropolitano.

En esta ordenanza, que se tiene previsto se trate en segundo debate a finales de agosto, se propone un plazo de 180 días para que las empresas que tienen cableado aéreo realicen el soterramiento y las líneas de suministro informático sean subterráneas.

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Posted by El Comercio on Monday, August 8, 2022