La reconstrucción de la casa patrimonial ubicada en la av. 12 de Octubre y Coruña, que fue derrocada el viernes, puede demorar más de un año. Así lo aseguró Olga Woolfson, especialista en restauración y ex gerenta del Plan SOS del Ministerio de Patrimonio. Para ella, si hay los planos y el levantamiento de información técnica se pudiera plantear un proyecto de intervención inmediato.
“Si no se tiene toda la documentación, la intervención será más complicada, porque habrá que improvisar e investigar sobre la marcha”, aseguró.
El viernes pasado, Hortensia Betancourt, vecina de la casa demolida, avisó a Woolfson sobre el ingreso de la maquinaria al predio. La arquitecta alertó al viceministro de Patrimonio, Juan Carlos Coéllar. El funcionario se contactó con Jorge Albán, alcalde (e) de la ciudad. Gracias a esta cadena de comunicación se suspendió el derrocamiento.
La mayor parte de la casa quedó en escombros. En las pocas paredes que quedaron en pie hay unos sellos colocados por la Comisaría nro. 1 de la Zona Centro.
La constructora Herdoíza Guerrero SA, propietaria del inmueble, enfrenta un proceso judicial en la Fiscalía. La acción la interpuso el Municipio por no contar con la autorización. Betancourt informó que la demolición comenzó desde las 05:00.
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Para Woolfson, en la reconstrucción de un bien patrimonial se pierde el valor material. A pesar de que se intenta utilizar el mismo tipo de materiales, no es posible, porque algunos ya desaparecieron. “Por ejemplo, en el mercado ya no hay la caoba, esta madera fue muy utilizada en la década de los cuarenta para las puertas, ventanas y pisos”.
El arquitecto Fernando Martínez, también especialista en restauración, explicó que en las intervenciones se aplica otro tipo de construcción, con métodos y tecnología modernos. “Eso hace que el sistema estructural de la nueva casa sea diferente”. Para él, lo importante, en la reconstrucción, es utilizar materiales que no desentonen con los utilizados originalmente. Por ejemplo, no se puede usar el hormigón, pero sí se puede utilizar el ladrillo y la madera. Estos, además, garantizan la preservación del inmueble.
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Martínez reconoce que la originalidad del inmueble se pierde, pero se recuperará la forma de la edificación y se dará continuidad a la arquitectura muy particular de la casa de estilo neocolonial. “De no hacerlo, perderemos parte del patrimonio del siglo XX y una casa monumental”.
Ambos expertos consideran que se debe sentar un precedente. En opinión de Martínez, la ciudadanía trabaja con el ejemplo y si se permite este tipo de atropellos contra el patrimonio, después el irrespeto será general. La edificación es parte del el inventario patrimonial, según la ficha tenía 772 m² de construcción.
El 6 de julio del 2010, la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha, en la causa 423-2010 aceptó la acción de protección planteada contra el registro de la casa como patrimonio y se la saca de la lista.
Al respecto, Albán aseguró que la acción que interpuso el Municipio en la Fiscalía, el pasado viernes, determinará si los jueces de la Sala Penal tenían las atribuciones para sacar de la lista de patrimonio a la casa.
“Eso es competencia exclusiva del Municipio. Cualquier casa, así no sea patrimonial, para ser demolida necesita el permiso del Cabildo”, aseguró.