María Samaniego es la primera mujer en asumir ese cargo y estará hasta el 2023. Es co-fundadora del estudio Arquitectura X. Desarrolla diseño urbano y arquitectónico.
¿A qué temas debe ponerle más atención el Municipio quiteño?
No se ha tenido una planificación o una respuesta eficiente de los procesos de la ciudad. Eso se agravó por la pandemia. La ciudad necesita incentivos para su reactivación. Hay un tema importante que es un problema estructural al interior del Municipio: hay una inoperancia en todo lo que se refiere a trámites, a informes y procesos detenidos que, como arquitectos, no nos permite trabajar ni ser parte de esta reactivación.
¿Qué proyectos y trámites tienen problemas?
Por ejemplo, la delimitación de borde de quebrada y el replanteo vial que son requisitos casi indispensables en la mayoría de los proyectos. Existen retrasos de cinco y seis meses. Eso es un freno para la actividad. Otro tema es el de catastros en el que se tiene que hacer una rectificación o validación de las áreas reales de los lotes frente a los que están catastrados porque no siempre coinciden. Es un perjuicio para los arquitectos pero más para los propietarios y la ciudad. Quito permanece en un estado de inercia.
¿Qué se puede hacer para agilizar esos trámites?
Hubo una delegación para la revisión del cumplimiento de normas técnicas a dos entidades. Una de ellas es el Colegio de Arquitectos. Somos la entidad colaboradora para la revisión del cumplimiento de los requisitos de proyectos. Tenemos trámites en línea, una plataforma digital. Eso hemos propuesto. Estamos dispuestos a colaborar, a que se nos encomiende o delegue todo lo que sea posible.
¿De qué se encarga hace el Colegio de Arquitectos?
De la revisión y aprobación del cumplimiento de las normas técnicas de arquitectura y urbanismo, así como de las ordenanzas. Es una alianza exitosa. Se solicita que en los otros trámites que no se han delegado también se tome una acción similar. No debe ser con el Colegio necesariamente pero que sea un concurso abierto para que otras entidades puedan acceder.
Más allá de esos problemas, ¿qué otros temas hay que enfrentar?
Sufrimos la ineficiencia del transporte público integral. Tenemos un Metro con unas instalaciones millonarias bajo tierra que no funciona. El Metro no puede venir solo. Se tiene que poner en marcha un sistema integrado en superficie, implementar las nuevas líneas y el pago unificado. Si el transporte público no presenta un servicio adecuado, cualquier otro plan o acción queda incompleto.
¿Cuál es la visión que se debe tener sobre los proyectos inmobiliarios?
Lo que a mí me interesa es que se explique qué va a hacer el Municipio con todos los barrios que están en las zonas que están siendo abandonadas. Hay barrios súper consolidados, con toda la infraestructura necesaria. Por ejemplo en la 10 de Agosto hay infraestructuras que por la salida de la gente están sin uso. Por qué no se hacen iniciativas para que se vuelvan a ocupar esos edificios y viviendas. Mientras más se ocupe, la gente va a cuidar sus espacios y su ciudad. Más que prohibir los proyectos inmobiliarios en los valles es mejor lograr que la ciudad no se vacíe.
Está en discusión el Plan de Uso y Gestión de Suelo.
Ese plan debería ser un objetivo más intenso, con todo el trabajo para generar unas condiciones de vida saludables. Porque luego vamos a tener una ciudad extensa que no tiene condiciones adecuadas para los habitantes. Hay que generar una ciudad equitativa, con aceras caminables, inclusivas; una ciudad activa económicamente en la que haya comercio.
El Metro no solo será el eje de la movilidad sino un cambio urbanístico, ¿cómo cambia la ciudad?
Su implementación es una parte de todo lo que supone el sistema de transporte integrado. Y, a su vez, este sistema exige varias acciones en la ciudad. Todo el sistema tiene que venir acompañado de acciones urbanas pequeñas y otras grandes para que ese transporte apoye al desarrollo urbanístico y no sea un problema adicional. Se piensa en un uso comercial y de servicios que permita además densificar esas zonas, provocando una mayor dinámica de esos sectores. Pero son dos cosas que van juntas: si el sistema de transporte no está resuelto en su totalidad, las acciones alrededor de las paradas no van a poder ser factibles y no podrán funcionar.